Joven con parálisis cerebral concluye secundaria en España

Gema es una joven española de 16 años y hace unos días vivió un momento clave para su vida: terminó la educación secundaria utilizando un dispositivo que le permite comunicarse usando la mirada y con la ayuda de pictogramas. Ahora, gracias a una fundación que lleva su nombre, buscará ayudar a más personas con discapacidad.

Hace 10 años, cuando Gema tenía seis, a ella y a su familia les parecía imposible continuar con sus estudios. Gema había nacido con parálisis cerebral y le era complicado comunicarse y participar en clase. Fue entonces cuando Sol, su terapeuta, apareció y les presentó el dispositivo que le abriría nuevos caminos, explica COPE.

Graduarse de la secundaria era un reto personal y lo logró en el instituto público Olías del Rey, en la región de Toledo. Ahora enfocará sus esfuerzos en la fundación Gema Canales, dedicada a mejorar la calidad de vida de las personas con parálisis cerebral y sus familias.

La discapacidad de Gema afecta su movimiento y su habla, pero aprende al mismo ritmo que todos sus compañeros y tiene tanta curiosidad por el mundo como ellos, algo que muestra diariamente a través de su página web Los Ojitos de Gema.

Hablando con los ojos: el sistema de Gema

El nombre de su página viene justamente del sistema que utiliza ahora para comunicarse; una herramienta conocida como ´Irisbond´, que gracias a la ´videoculeografía´, estudia sus pupilas para conectarse a la pantalla de la computadora que lleva siempre con ella. 

Es un sistema parecido al que utilizaba Stephen Hawking, el famoso físico que vivió con ELA.

Para la mamá de Gema, esto fue un gran paso y señala que fue todo gracias a Sol, "su compañera de viajes". "Ella nos comentó que existían unos dispositivos de comunicación que se manejaban con los ojos. Pensábamos que era imposible para Gema, pero ha demostrado que no", explicó la mujer.

El día que llegó el dispositivo, los padres de Gema le explicaron cómo utilizarlo y le dijeron: "Te damos los poderes". En ese momento, el abuelo de la joven llegó y ella, a través de su nuevo aparato, le dijo: "Dame un beso, cuánto te quiero", un momento que marcó a la familia. "Ya pueden imaginar el río de lágrimas que hubo en mi casa".

Ahora la familia de Gema y ella misma quieren poner toda la experiencia de una década de aprendizajes, tropiezos y aciertos para "hacer el trabajo de divulgación que ahora se multiplica por un millón".

Esta información fue publicada originalmente en http://yotambien.mx/ un portal sobre discapacidad inclusiva.