Estados Unidos ha vuelto
La principal habilidad de Joe Biden ha sido darle un peso específico y prioritario a la agenda nacional (interna) por encima de la geopolítica internacional. Los primeros puntos que se atendieron en la agenda interna han sido: primero, la vacunación masiva; segundo, la amplia inversión en temas sociales y la entrega de recursos al pueblo norteamericano; tercero un ambicioso plan de reactivación económica vía infraestructura; cuarto ha sido la migración y por último punto, retomar ese liderazgo en la escena internacional.
La vacunación masiva en el país más afectado del mundo se destaca en primer plano, no solo por su capacidad de recursos disponibles o que haya acaparado vacunas, sino también por su impecable tema de logística e implementación de políticas públicas con la que se han logrado vacunar 200 millones de personas.
Estados Unidos hizo un proyecto ambicioso para hacer llegar recursos a la base de la pirámide con la activación de los programas sociales, tal como sucedió en México. Plan de estímulo de 1.9 billones de dólares para rescatar la economía y a los ciudadanos para poder mantener el consumo norteamericano y como consecuencia la demanda agregada.
La política Keynesiana, es tachada por algunos de socialismo extremo. La realidad es que ha sido capaz de encauzar recursos para la modernización de la infraestructura de los Estados Unidos. Para los países en vías de desarrollo nos puede parecer Estados Unidos un país sumamente moderno. La verdad es que en su infraestructura portuaria, de transportes, aeroportuaria y férrea ha sido superada por algunas potencias, asiáticas sobre todo, Joe Biden tiene el reto de llegar al 2021 y alcanzarlo en su post-modernidad.
No contento con eso, este miércoles ha dado a conocer los detalles de su proyecto de ley migratoria, que proporcionará una vía rápida a la ciudadanía a cerca de 11 millones de personas que viven en Estados Unidos sin permiso legal de residencia.