Conmemora Papa Francisco a los Fieles Difuntos pidiendo un alto a las guerras
Manifestó que es inevitable no recordar a los "tantos muertos" que se están registrando en los conflictos que hay actualmente
El Papa Francisco encabezó este 2 de noviembre la santa misa por los Fieles Difuntos desde el cementerio militar de Roma dedicado a los caídos durante la Segunda Guerra Mundial.
En su homilía, el Sumo Pontífice manifestó que en estas fechas es inevitable no recordar a los "tantos muertos" que se están registrando en los conflictos que hay actualmente en el mundo, como el de Rusia-Ucrania y Palestina-Israel, entre otros.
Francisco pidió a Dios la paz en el mundo en este Día de Difuntos para que la gente ya no se mate en las guerras, pues reiteró que "las guerras son siempre una derrota".
"Es inevitable pensar en las guerras de hoy, donde todo esto sucede también hoy, tantas personas jóvenes o no jóvenes mueren. En las guerras más cercanas a nosotros, en Europa o fuera ¡cuántos muertos! Se destruye la vida sin conciencia de ello. Las guerras son siempre una derrota. No hay victoria total, no, siempre si uno gana al otro, detrás está la derrota del precio que se paga", expresó.
El Papa recorrió en silla de ruedas los pasillos del camposanto observando las lápidas blancas de los militares y expresó su lamento por ver las edades de quienes fallecieron a causa de la guerra.
"He observado la edad de los caídos. La mayoría, chicos de 20 a 30 años. Vidas truncadas. Vidas que ya no tendrían un futuro. Pienso en esos padres, en las madres que recibieron la carta: Señora, tenemos el honor de decirle que su hijo murió como un héroe. Sí, sí, como un héroe pero me lo quitaron...Tantas lágrimas", manifestó.
El cementerio militar se encuentra en el popular barrio de Testaccio de la capital, y en él están enterrados 426 militares de origen británico, canadienses y sudafricanos, quienes cayeron en la liberación de Roma del fascismo y durante las batallas en Italia entre noviembre de 1943 y julio de 1944 y también aviadores que murieron como prisioneros de guerra en Roma.