Concreta gobierno de Estados Unidos su primera ejecución federal en 17 años
Daniel Lewis Lee, de 47 años, de Yukon, Oklahoma, murió por inyección letal en una prisión federal de Indiana.
“No lo hice”, dijo Lewis justo antes de ser ejecutado. “He cometido muchos errores en mi vida, pero no soy un asesino. Están matando a un hombre inocente”.
La ejecución se llevó a cabo aun cuando la familia del sentenciado no estaba de acuerdo, y que presentaron una demanda para tratar de detenerla.
El argumento que presentaron fue que Lewis merecía cadena perpetua, siendo que el cabecilla del grupo que cometió los homicidios, Chevie Kehoe, recibió prisión de por vida.