Christopher Reeve y el emotivo llamado a la inclusión
En 1996, el protagonista de Superman agradeció a quienes se animaron a poner en la pantalla temas sociales sin pensar en la taquilla
El auditorio del Dolby Theatre de Los Ángeles se puso de pie y fueron más de 2 minutos de aplausos. En el escenario avanza lentamente el actor Christopher Reeve con su silla eléctrica y se ve claramente el tubo transparente conectado a su tráquea.
No deja de sonreír nunca. Dice muchas veces gracias. Sus ojos azules transmiten paz.
Está en el centro del escenario más famoso del cine, casi un año después de haber sufrido un accidente mientras practicaba saltos ecuestres, una caída que lo dejó con la primera y segunda vértebra destruidas y a causa de ello su cuerpo quedó paralizado del cuello para abajo, además de no poder controlar su respiración.
Los organizadores de la gala reconocieron luego que fue una negociación muy difícil convencerlo de mostrarse ante millones de espectadores con su nueva condición de vida.
Pero su discurso fue inolvidable. Comenzó con un chiste para matizar las caras de tristeza en el público:
"Lo que probablemente no saben es que salí de Nueva York en el mes de septiembre y acabo de llegar esta misma mañana".
Y luego continuó:
*"Estoy muy contento de estar aquí. Porque por nada en el mundo me hubiera perdido este recibimiento. Gracias. *
Cuando era niño, mis amigos y yo íbamos al cine a divertirnos. Entonces vimos ´Teléfono Rojo´, volamos hacia el Moscú de Kubrick y empezamos a reflexionar sobre la maldad y la destrucción nuclear. ´Fugitivos´ de Stanley Kramer nos hizo pensar en las relaciones entre razas y nos dimos cuenta que las películas podían tener un mensaje social.
Si vemos películas como ´Pelotón´ y ´Filadelfia´ o ´El aceite de Lorenzo´, uno es consciente del poder de las películas a la hora de exponer dolorosos pero importantes temas al público. Aquí tenemos algunos ejemplos de aquellas películas que valientemente han puesto el mensaje social por delante del éxito de taquilla. Nos han iluminado, nos han desafiado. Y nos han dado la oportunidad de aprender».
Fue un momento que dejó una marca en muchos de los presentes que -como el propio Tom Hank emocionado en esa gala- años más tarde ganaría el Oscar por su papel en Forrest Gump.
Christopher Reeve, tal vez uno de los Superman más recordados y taquilleros de la historia, murió el 10 de octubre de 2004 a los 52 años de un paro cardíaco.
Aún hoy la fundación con su nombre y el de su esposa, Christopher & Dana Reeve Foundation, es una institución que ayuda con el cuidado y rehabilitación de personas con lesiones en la médula espinal y con discapacidad motriz.
Esta información fue publicada originalmente en http://yotambien.mx/ un portal sobre discapacidad inclusiva
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