Se enfrentan policías y civiles por bailes sonideros en la Cuauhtémoc, CDMX

Autoridades de la alcaldía Cuauhtémoc, de la Ciudad de México, se enfrentaron este domingo con civiles que participaban en los bailes sonideros en el popular Kiosko Morisco.

El enfrentamiento ocurrió en la alameda de la colonia Santa María la Ribera, donde adultos mayores se reunieron para bailar en protesta de la prohibición de los sonideros en la plaza principal. 

Con música y baile, exigían que continuara la tradicional presencia de sonideros cada domingo, como se realiza desde hace años.

Diversas grabaciones muestran jalones y empujones, incluso golpes, entre personal de la alcaldía y los inconformes.

PROHÍBE CUEVAS LOS SONIDEROS

Tras lo ocurrido, la alcaldesa de Cuauhtémoc, Sandra Cuevas, publicó un video en el que acusó que existían denuncian ciudadanas por el volumen de los sonideros.

Dijo que, durante cuatro meses, ofreció a los sonideros otros lugares para bailar, pero estos los habían rechazado, por lo que ahora estarán prohibidos.

Asimismo, acusó a los manifestantes de estar respaldados por Claudia Sheinbaum, e indicó que no caerá en las “provocaciones” de la Jefa de Gobierno.

“Después de cuatro meses, la decisión fue retirarlos de la alameda Santa María la Ribera. La decisión no va a cambiar, no importa que estén respaldados por la Jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum Pardo; no importa cuántos domingos nos llevemos en esta situación, el resultado, la técnica, la forma, va a ser la misma. Vía pública con las facultades legales que tiene, va a seguir retirándolos, no podemos permitir desorden. No estamos en contra de los bailes (…), tenemos muchos espacios habilitados para adultos mayores. Les pido por favor que conservemos la calma, equipo de trabajo, estas son provocaciones que vienen desde el Gobierno de la Ciudad de México. De mi parte van a tener paz, van a tener tranquilidad, porque no voy a entrar en el juego de Claudia Sheinbaum Pardo”, expresó.

Es de mencionar que Cuevas vive frente al icónico Kiosko Morisco, donde cada domingo, por cerca de 10 años, decenas de ciudadanos, principalmente adultos mayores, se reunían a bailar con sonideros.