"Yo si quiero ir a la escuela, pero mi mamá no me deja": Voces de la explotación
Unos ganan hasta tres mil pesos al día pero solo le son entregados 100
“¿No van a la escuelita ahorita? -Yo no voy; -¿Por qué no vas? -Tiene miedo creo; -No; -¿O por qué te da miedo ir a la escuela?; -No me deja mi mamá y yo quiero entrar, pero no me deja”.
Esas fueron las palabras de José, un niño de apenas seis años de edad, quien diariamente se levanta a las seis y media de la mañana para salir a vender chicles en la Zona Luz, tratando de recaudar la mayor cantidad de dinero posible, y en el corte de la una de la tarde, ir al Parque Juárez para entregar la ganancia, y a cambio, recibir una sopa instantánea, una de sus dos únicas comidas en el día.
Hay algunos otros niños como Mario, quien es bolero y lo traen a las siete de la mañana al Parque Juárez para comenzar con su jornada.
“¿Cuántas boleadas te avientas al día?, cuando no hay lluvia como 150; -¿como 150 boleadas? ¿y cuando hay lluvia? -como 100 u 80 varos nada más; -¿a qué hora te vas de aquí? -a las siete; -¿para ti cuánto te queda, ya? -100; -¿100… y lo demás, para el patrón? -sí”, narró.