Surge otra denuncia contra doctora acusada de violencia obstétrica en Villahermosa

Estuvo llevando terapias psicológicas para poder superar lo que consideró un trauma

Luego de que en días pasados se denunciara a la doctora María Teresita “N”, por presunta violencia obstétrica, este viernes, Arantza Cruz denunció que también fue víctima de esta ginecóloga, por presunta negligencia médica.

En entrevista para Telereportaje, relató que los hechos ocurrieron en 2022, cuando llevaba su control prenatal con la mencionada especialista, quien, a casi un mes de dar a luz, le detectó bajo líquido amniótico y en lugar de atenderla de emergencia, “la mandó a su casa”.

“Todo iba muy bien, no tenía ninguna queja de ella, no tuve problemas con mi embarazo, mi bebé estaba perfectamente sana… hasta el 8 de julio de 2022, cuando la doctora detecta líquido amniótico, y ella me manda a mi casa como si nada, y me recomienda tomar agua, caldos, efervescentes, sueros y me dio cita dentro de una semana, me dan cita para el 15 de julio, regreso y aparentemente estaba todo bien con el líquido amniótico”, comentó.

Agregó que después de esto, le programó el parto para el 8 de agosto de 2022, pero previamente debía hacerse un ultrasonido de perfil biofísico, el cual se realizó el 29 de julio, y fue ahí cuando el doctor le informó que la bebé ya no se movía.

“Días antes fui a hacerme los estudios que me había pedido y el 27 de julio de 2022, me hice el ultrasonido de perfil biofísico, y es ahí donde el doctor me informa que ya no había latido y estaba muy sorprendido… en ese momento mi mamá se comunica con la doctora y me dirijo al hospital y la doctora me confirma que ya no había latido. Luego habla a la clínica para dar instrucciones para que me internara y me dijo que me iba a inducir a parto, porque no tenía caso hacerme una cesárea”, narro.

No obstante, también acusó que no dejaron que ningún familiar ingresara con ella al quirófano, además de que la doctora esparció el rumor a sus demás colegas de que Arantza tenía COVID-19, y que tal vez, por eso su bebé había nacido muerta.

“Por ser una clínica particular, se supone que algún familiar podía entrar conmigo (al quirófano) a acompañarme, lo cual no fue así, la que estuvo en todo momento acompañándome fue mi mamá, se le negó pasar conmigo. A las 8:40 (de la mañana) se termina la labor de parto y me dejan en el pasillo en una camilla y el pediatra me empieza a preguntar qué había sucedido y me hace mención que la doctora le había dicho que tenía Covid, lo que me sorprendió. Fue como la primera alerta”, ahondó.

Además, dijo que tampoco dejaron despedirse de su hija, ni que la cargara después del parto y el cuerpo de la pequeña se lo entregaron a su esposo en una nevera.

Apuntó que tras lo acontecido, pasó algunos días para poder asimilar el hecho y cuando se sintió recuperada, le pidió a la doctora su historial médico, el cual nunca le entregó.

“Ya después de eso, por obvias razones ya no quería seguir llevando mi control con ella, fue ahí cuando le pedí mi historial médico y me dijo que ella no tenía un historial médico, que solo tenía anotaciones… incluso me dijo que lo único que me podía otorgar, era un resumen médico, que se supone que a la semana me iba a hacer llegar por medio de mi correo, lo cual no pasó”, indicó.

Comentó que estuvo llevando terapias psicológicas para poder superar lo que consideró un trauma, además, señaló que otra ginecóloga le comentó que su caso se trataba de una negligencia médica.

Arantza indicó que no presentó denuncia en su momento, pero ahora está analizando si aún podría proceder legalmente para hacerlo, a fin de hacerle justicia a su hija y a las mujeres que han tenido una mala experiencia con la doctora María Teresita “N”.