Se inunda primaria Indígena por lluvias, en ranchería El Alambrado

 

Hasta un metro de encharcamiento por agua de lluvia ha llegado a tener la escuela primaria indígena “Francisco I. Madero”, de la ranchería El Alambrado, en el municipio de Centro. 

La maestra María Olga García Magaña reportó que cuando se construyó la carretera, se subió el nivel de la misma, por lo que el agua pluvial escurre hacia el centro educativo.

La docente precisó que, a pesar de que existe una alcantarilla sobre la carretera, una familia de la zona la tapó porque el agua se descargaba en su terreno, ante la falta de la línea de drenaje. 

García Magaña refirió que por ahora, cada vez que llueve tienen que resguardar las cosas de la escuela en un salón que tiene un nivel más alto que los demás.

“Ya se perdió la mayoría de las cosas, solamente un salón, como está alto, ahí se está resguardando todo lo que son las computadoras, documentos, pero es un trabajo. Ahí trabajamos 6 maestros, un director, el intendente, el maestro de Educación Física y 3 prestadores de Servicio Social”, expresó. 

La profesora consideró que la solución sería derribar la escuela, para poder construirla al nivel de la carretera. 

“Lo único que se puede hacer aquí es que se tire toda la escuela, estamos pidiendo el apoyo del presidente de la República, porque hasta con eso, se está moviendo a todas las autoridades pero no hacen nada. Se tiraría la escuela, se llenaría, quedaría en el nivel de la carretera y yo creo que esa es la solución”, manifestó. 

La catedrática declaró que ya han enviado escritos a la Presidencia de la República, al Ayuntamiento de Centro, a la Conagua, a la Secretaría de Educación, pero no han recibido respuesta de nadie. 

Finalmente, la maestra Olga García comentó que la escuela primaria tiene una matrícula de 120 alumnos, pero con las clases híbridas, solo asisten de manera presencial unos pocos estudiantes, a los que se atiende en una galera al aire libre.  

“Y en mi caso yo trabajo en una galera que tengo ahí, que los papás lo hicieron. Tengo ahí a 12 niños, sí entran en esa palapa, pero el problema es cuando entremos todos, ese va a ser mi problema, porque no me va a dar abasto. Está al aire libre”, dijo.