Presenta IEM 8 masculinidades para erradicar violencia de género en Tabasco
En el marco del Día Internacional de la Mujer, el Instituto Estatal de las Mujeres (IEM), presentó ocho “masculinidades” que todo hombre debe repensar para que en su conducta cotidiana, se pueda erradicar la violencia de género.
Su titular, Nelly Vargas Pérez, dijo esperar que estas masculinidades, sean adoptadas por la Comisión Nacional para Prevenir y Erradicar la Violencia Contra las Mujeres (CONAVIM), así como por el Gobierno del Estado.
“Toda efeméride en las que la mujer es protagonista no es sinónimo de tregua o día en que no ejercerán la violencia en contra de nosotras las mujeres, toda vez porque no se trata de celebraciones en la que se cosifica nuestra condición de mujeres, tampoco se trata de días especiales que concluyen a las 24 horas, pues nuestras efemérides, nuestras conmemoraciones no son celebraciones, no son concesiones, no son atributos, son y están pensadas para revisar hasta lo logrado. Corregir aquello que no ha tenido los resultados deseados, y proponer lo que signifique un espacio mejor para nosotras. La primera masculinidad o corregir es dejar de pensar en cómo festejarlos por el hecho de no comprender los alcances de grandes movimientos”, explicó.
“El arco de respeto, no es mero discurso. No son simples enunciaciones que en la cotidianidad pasan inadvertidos, nuestros derechos no caducan por el hecho de seguir bajo el imperio del más fuerte, del que todo lo controla, de que en el ejercicio de sus gestiones constriñe libertades, enseñémonos a ejercer el respeto aprendiendo el trato igualitario. Masculinidad 3: La violencia en cualquiera de sus manifestaciones no tiene justificación en circunstancia alguna, la violencia no forma parte de su constitución, ni de su hombría, tampoco de su rol social. La violencia es maltrato, abuso y daño”, agregó.
La masculinidad 4 consiste en acciones sociales que deben de constituirse bajo la misma noción de igualdad, mientras que la masculinidad 5, señala que “somos libres y en ese ejercicio nos liberamos de cualquier yugo social”.
Agregó que la masculinidad 6, está enfocada en el lenguaje inclusivo.
“Si nuestras acciones sociales exigen piso parejo, las profesiones y actividades profesionales son igualmente hechas para nosotras y para ustedes. No hay profesión, no hay formación académica, no hay función pública escrita y pensada para los hombres, empecemos por erradicar el lenguaje masculino para referirnos al ámbito y las esferas de cada profesión. Volteemos a ver nuestro discurso, modifiquemos las redacciones. Es imperativo retirar de leyes, códigos y reglamentos el género masculino, vayamos hacia lo incluyente. Todas somos personas, reiteramos una terminología con ese igualitario”, prosiguió.
Explicó que el objetivo de estas masculinidades, no es que las mujeres sean superiores a los hombres, sino de que haya la idea de ser pares e iguales.
“Aprendamos a desaprender, la cosificación empieza en formación que pasa de generación en generación, que se enseñe en los medios tradicionales de comunicación y en los modernos a través de los contenidos que solo tienen como fin el cosificar, el cuerpo de la mujer no obedece a estándares o modelos predeterminados. Libre es nuestra continencia y en libertad debe ejercerse nuestra naturaleza. Masculinidad 8: No pugnamos por el empoderamiento como modelo de sustitución, no, las mujeres no buscamos ser ahora el sexo mayoritario, tampoco el género fuerte, la obediencia y su contrario, la desobediencia, no es privativa de género alguno, ni ustedes bajo nuestras órdenes, ni nosotras bajo las suyas, queremos igualdad”, puntualizó.
Finalmente, apuntó que no se debe dejar a ninguna mujer atrás y ninguna debe quedar fuera del goce de sus derechos como principio fundamental de nuestra Constitución.