Entre aplausos, feligresía de San Sebastián despide al padre Rubén Ponce de León
Con un minuto de aplausos y acompañado de su feligresía, se dio el último adiós al padre Rubén Ponce de León en la primera de las misas que se celebrarían en su honor en la Iglesia de San Sebastián Mártir ayer martes.
La ceremonia estuvo a cargo del padre Ernesto Pérez Cornelio; en ella, el padre José del Carmen Aquino García, quien apoyó al presbítero, enfatizó durante su participación que en vida, el padre Rubén Ponce había sido un hombre que ayudaba y guiaba a quienes así lo necesitaban.
“El padre Rubén supo disfrutar de su ministerio en esta vida, cuanto más lo disfrutará en la otra. A nosotros nos duele su partida humana de entre nosotros, saben porqué, porque también amamos y porque muchos se sintieron con él como un hijo, muchos fuimos rescatados del pecado, de situaciones concretas, de problemas específicos gracias a la sabiduría que Dios había puesto en el, en sus palabras, hay frutos aquí de la evangelización del padre Rubén”, externó.
“Cuando los atletas llegan a la meta se les recibe con un aplauso, el padre Rubén ha llegado a la meta, él quería estar con él, le sirvió a él”, exclamó.
Las cenizas del padre Rubén Ponce de León llegaron a la iglesia alrededor de las 5:20 de la mañana y fueron colocados al frente del altar en donde también se puso la casulla y el cirio pascual.