De 1675 a 1952, en Tabasco se han hecho 6 "rompidos", que cambiaron la hidrografía de la entidad
La red hidrográfica ha sufrido modificaciones, algunas de forma “natural” y otras de forma inducida
A lo largo de los años, la red hidrográfica de Tabasco ha sufrido modificaciones, algunas de forma “natural” y otras de forma inducida, mediante los famosos “rompidos” o diques.
De acuerdo a información de la página “De Tabasco Soy”, desde el siglo XVII a la actualidad, se han realizado seis “rompidos”, que han ido formando “nuevos” ríos.
Nueva ZelandiaDicho procedimiento consistió en “desviar” al Este el río Mezcalapa, que descargaba hacia el Norte del Golfo de México, y de esta forma, se formó el río Viejo Mezcalapa.
Manga de ClavoEl segundo “rompido” tuvo lugar en 1881 y se llamó “Manga de Clavo”, formando así lo que hoy se conoce como el río Carrizal, el cual desemboca en la Barra de Chiltepec, bajo el nombre de río González.
De la PiguaPara 1904 se realizó el tercer rompido, llamado “de la Pigua”, el cual unió el río Carrizal con el Grijalva, al Este de Villahermosa, que actualmente se unen por la zona de Casa Blanca y Acachapan.
SamariaEl cuarto rompido se hizo en 1932, bajo el nombre de “Samaria”, y se dio sobre la ribera izquierda del río Mezcalapa, desviando las aguas hacia la Laguna de Campo Grande y pueblos de Cunduacán, Jalpa de Méndez y Nacajuca.
A raíz de este rompido, la Chontalpa central vivió una de las peores inundaciones de su historia, que causó graves problemas en la zona agrícola de los municipios antes mencionados.
Las CañasEn 1940 se volvió a registrar un nuevo “rompido”, denominado “Las Cañas”, que consistió en enviar aguas de la Chontalpa hacia el río Medellín, para luego unirse al caudaloso río Grijalva.
Del VeladeroFinalmente, en 1952 se hizo el “rompido del Veladero”, a la altura de la localidad del mismo nombre, en el municipio de Cárdenas, afectando a esta localidad y a Comalcalco.
Antes de todos estos rompidos, en Tabasco solamente existían los ríos Grijalva, Teapa, Tacotalpa, La Sierra, Seco y Usumacinta, los cuales descargaban en el Golfo de México.
Tanto los rompidos, como las intervenciones que se han hecho desde 1952, han sido con la intención de salvar a Villahermosa de inundaciones.
Entre estas intervenciones, sobresale el “cauce de alivio El Tintillo”, diseñando con el objetivo de evitar inundaciones similares a las del 2007.
Según el Movimiento Ecologista de Tabasco (Metab), los daños ocasionados por las ventanas de alivio del Cauce Tintillo 1 y 2, hasta el 2011, eran de más de 395 millones de pesos, por afectaciones a viviendas, pastizales, ganadería, animales de traspatio y cultivos.