Purgó dos años de prisión en Tabasco por un delito y una víctima que no existieron
Ha recobrado su libertad, pero aún enfrenta otro proceso; acusa corrupción y extorsión
María Esther estuvo recluida en el Centro de Reinserción Social del Estado de Tabasco (Creset) durante dos años y tres meses acusada de cometer el delito de extorsión agravada con arma de fuego en contra de una víctima inexistente.
El 18 de octubre de 2019, en Tampico, Tamaulipas, donde radicaba, le fue cumplimentada una orden de aprehensión por personal de la fiscalía local y de Tabasco; aunque el documento estaba girado a nombre de otra persona, fue trasladada al Creset, donde al día siguiente se enteró del delito por el que se le acusaba.
En entrevista con Telereportaje asegura que fue golpeada durante su detención y traslada a la entidad.
Sin embargo, aún enfrenta el proceso de retención indebida.
“Ellos fabrican por medio de la fiscalía, por medio de fiscales corruptos la carpeta de extorsión agravada que es una carpeta que sí amerita prisión preventiva oficiosa por ser un delito grave con una víctima que hoy sabemos que no existe.
“El 3 de febrero cumplí un año de obtener mi libertad y ya tenemos evidencia de que la carpeta que es el móvil de todo este círculo vicioso que tiene la fiscalía también es fabricada. La carpeta de retención indebida hoy por hoy tenemos la evidencia necesaria para poder yo estar libre, también absolutoriamente, sin embargo, sigo firmando, me siguen reteniendo aquí en Tabasco firmando cada 15 días”, dijo.
Autoridades le apodaron “La Reyna del Carrizo”, pues mantenían la teoría que se dedicaba a extorsionar a personal de Pemex; incluso, con uso de armas de fuego con personas de Tamaulipas.
María Esther era entrenadora de canotaje y también se dedicaba a la venta de equipo de bombeo industrial para Pemex.
“La carpeta de la víctima que no existe que fue por extorsión trae a su vez varios vicios entre ellos un contrato de Pemex federal que es falso, tres credenciales de elector que son falsas porque se les falsificaron sus firmas a los testigos y evidentemente la víctima que no existe, supuestamente se acercó a la fiscalía con una credencial vencida que hoy sabemos que es falsa.
“Hay una serie de irregularidades de inicio que es lamentable que la fiscalía no tenga las herramientas y los procedimientos certificados para poder identificar desde un inicio que esa carpeta trae esos vicios ocultos para poder demostrar que una persona es inocente”, puntualizó.
Al Periódico del Aire asegura que, en su proceso, el fiscal nunca aceptó hacer una geolocalización de su teléfono celular, con lo cual se pudiera comprobar su ubicación en las fechas que se le señalaba.
Afirma que su estatus de empresaria la llevó a ser un blanco en Tabasco, pues la compañía que tiene con su esposo tiene presencia en la entidad como subcontratista de Pemex.
Señala que durante las audiencias de los delitos de que se le acusaron le fueron solicitadas cantidades millonarias para recobrar su libertad.
“Me vinculan a proceso y es al final de la audiencia donde se hace la extorsión, donde me piden cierta cantidad de dinero por mi libertad. Al finalizar la audiencia el fiscal corrupto y el abogado de la víctima me pidieron cierta cantidad y me dijeron porque me encontraba yo en este lugar y que no iba a salir hasta que yo no cediera.
“- ¿Qué cantidad le piden? -, en la primera audiencia de la vinculación a proceso de la víctima que no existe el fiscal corrupto y el abogado de la víctima me piden 25 millones de pesos por mi libertad y en la primera audiencia de la carpeta de retención indebida el apoderado legal de la empresa se acerca a mí y me pide 32 millones de pesos, en total 57 millones de pesos por mi libertad”, comentó.
María Esther es madre de tres hijos y sostiene que no conocía Tabasco hasta antes de ser detenida y traída al Estado.
Expone a Telereportaje que junto a su esposo y abogados han logrado ubicar y conocer las entrañas de la Fiscalía General del Estado y del Poder Judicial, donde dice, hay corrupción y compadrazgo.
“Abogados litigantes externos a la fiscalía tienen conocidos y tienen familiares que les ayudan a llevar a cabo sus fechorías, en mi caso utilizaron la siguiente forma: un fiscal utiliza la clave de otro fiscal, ya sea un auxiliar o un MP del mismo rango, crea una carpeta de investigación en el sistema de justicia net, es bien importante mencionar que necesitan tener cédula profesional.
“Al crear la carpeta de investigación la empiezan a llenar de papeles que son falsos, tal vez unas cosas sean el lugar tal vez exista, pero el hecho no. Empiezan a llenar su carpeta y por medio de tráfico de influencias.
“Hoy por hoy sabemos que la esposa del abogado de la víctima que no existe era coordinadora de fiscales en ese tiempo en delitos comunes y también tenemos conocimiento que tienen compadrazgos. La carpeta de Cárdenas es exactamente lo mismo”, expuso.
María Esther reprocha que, aunque fue dejada en libertad por uno de los dos delitos, pues la fiscalía no logró comprobar su responsabilidad, no ha podido dialogar con el fiscal Nicolás Bautista para exponerle que en el otro asunto también se le acusa con un proceso fabricado.
“La fiscalía no tiene un procedimiento para identificar ni tiene mecanismos ni alternos ni internos para identificar cuando es fabricado un delito. No están ni certificados para darse cuenta de eso.
“Hasta ahorita el fiscal general del Estado no ha tenido la dignidad de acercarse a mí y decirme señora, mínimo ‘usted disculpe’. Siguen encubriendo a su gente por consideración y beneficio a los abogados litigantes externos”, señaló.
Señala que, por la carpeta de extorsión agravada, su defensa ha logrado vincular a proceso a tres personas relacionadas: el abogado de la víctima que no existió, un coordinador de fiscales y un policía de investigación.
Han identificado y comprobado delitos como fraude procesal, falsificación de documentos, uso de documentos falsos, entre ellos un poder notarial que es falso.
Incluso, están utilizando firma y sellos de un notario que ya falleció.
Ante ello, le pide al fiscal el desistimiento de la acción penal que le resta en su contra.
“Hoy le pido y le exijo al fiscal general mi libertad, esa carpeta es fabricada y todo lo que contiene es mentira. Nunca hubo retención, no cumplen con el requisito de procedibilidad, nunca debieron haber hecho esa carpeta y aparte, la persona que supuestamente denuncio ya declaró ante el juez que él no firmó y que él jamás se acercó a la fiscalía a crear una carpeta.
“Yo sí quiero saber la verdad y quiero que el fiscal general me diga la verdad y a parte que le dé una limpia a la fiscalía. Si realmente quiere hacer las cosas y éste es mi caso y en la carpeta de Cárdenas por la cual sigo yo pensando y sigo yo firmando y él me tiene aquí en Tabasco es fabricada, ya tiene todos los elementos suficientes para darse cuenta que es fabricada”, agregó.
María Esther afirma que su caso no es el único, pues otros empresarios han enfrentado situaciones similares.
Sin embargo, dice tener esperanzas que su situación se resuelva pronto, pues al estar obligada a firmar cada 15 días en Tabasco no puede pasar mayor tiempo con sus hijos.
Actualmente, el proceso de retención indebida está en la etapa de desahogo de testigos de la fiscalía, aunque cuestiona que siga el curso, pese a que la supuesta víctima ya hasta interpuso una denuncia penal para deslindarse del asunto.