Policía de Jonuta casi muere cumpliendo su deber, hoy se dice abandonado
Los hechos ocurrieron el pasado 24 de septiembre cerca de las 9 de la noche
“Soy Atilano Ojeda López, soy policía tercero del municipio de Jonuta y recibí un impacto de bala”.
El pasado 24 de septiembre cerca de las 9 de la noche, elementos de la Policía Municipal recibieron un reporte sobre tres agentes de la Guardia Nacional que iban alcoholizados a bordo de un vehículo oficial.
Al hacerles el alto, los elementos de la GN tomaron una actitud agresiva contra los policías.
Posteriormente llegaron los refuerzos, y el subdirector de Seguridad Pública del Municipio de Jonuta, Manuel Vicente Acuña Hernández, platicó con el agente que estaba al mando de este grupo, las cosas se calmaron, pero el uniformado que hacía labor de escolta no se tranquilizaba.
“Él volvió a hacer dos tiros más al pavimento, entonces fue empezamos a forcejear y caímos al suelo con él, Wiliam Said y el teniente Manuel Acuña… fue cuando sentí que una bala me había herido la espalda”, explicó.
Minutos después, señaló, fue trasladado a un hospital del municipio, y luego al ISSET, en Villahermosa, en donde fue sometido a dos cirugías de emergencia ya que tenía perforado el intestino.
Blanca Nidia López Díaz, esposa del agente herido acusó que la atención médica en este lugar no fue suficiente, ya que no veía ninguna mejoría.
En la actualidad el elemento policiaco, no sólo enfrenta problemas de salud, también tiene problemas económicos, pues su familia al considerar que no mejoraba fue llevado a una clínica particular en donde hoy tiene una deuda de más de 250 mil pesos.
Resaltó que han tenido que pedir préstamos, tuvieron que vender algunos de sus bienes e incluso, acudir a un banco para juntar 150 mil pesos y poder pagar la primera parte del adeudo, pero lo que resta no saben cómo le harán.
“Pues yo les diría a las autoridades que queremos justicia, fue en su día de trabajo”, dijo.
Atilano, en su tiempo libre se dedicaba a otras actividades para generar un ingreso extra y ayudar a sus tres hijos, pero luego de este incidente, tendrá que poner una pausa.
“Nos dedicábamos a todo, nosotros vendíamos leña, él iba a su milpa, hacíamos otro trabajo extra, yo vendía igual mi comida, vendía mis tamales; tenemos una niña con problemas de epilepsia, tengo 2 niños más”, resaltó la esposa del agente lesionado.
Por cumplir con su deber, Atilano recibió un impacto de bala qué casi le cuesta la vida y ahora él y su familia piden ayuda para salir adelante.