Los milagros de Cupilco: Nadie quería operarle un quiste peligroso, la Virgen intercedió

El testimonio de don Romeo

El señor Romeo Córdova Díaz sufría de fuertes e interminables dolores de cabeza por un quiste que tenía entre la nariz y su ojo izquierdo, pero ningún médico de hospital público quería operarlo, por lo que podría morir debido al alto riesgo; en tanto, en el sector privado les cobraban 150 mil pesos para hacerlo, pero no contaba con esta cantidad de dinero. 

Durante más de un año estuvo buscando la manera de tratarse, sin embargo no tenía éxito. 

“Estuvimos en Comalcalco, de ahí nos mandaron a Villahermosa, íbamos y venimos pues, la verdad hermano, pero de ahí me dice mi hija, vamos a hacerle una promesa a la Virgen, yo tenía un quiste, no le digo que eso me dijo el doctor que eso era un quiste, pero estaba riesgoso, ve hermano, si te llevan a hospital, te matan, dice”, contó. 

“Hubo una noche que llegó la Virgen a mi cama y me dice, ‘no estén afligidos hija’, porque nosotros llorábamos, suplicábamos a Diosito qué íbamos a hacer con mi padre, que nos cobraban demasiado dinero para esa cirugía, entonces ella llegó a mi cama y me dijo, ‘no hija, no estén afligidos va a haber una persona de buen corazón que los va a ayudar, que les va a echar la mano para poder operar a tu padre’, ella fue a mi cama, fue a la cama de él y lo tocó”, dijo. 

Relató que durante varios meses estuvieron dando vueltas con diversos médicos, hasta que, sin ninguna explicación, conocieron a un doctor que por tan sólo seis mil pesos, decidió operar a su padre. 

“Hubo otra noche que ella volvió a mi cama, ella me fue a avisar y me dice, ‘ya va a llegar la persona que va a operar a tu papá’, entonces yo me quedé quietecita, me desperté de ese sueño; me encontré un doctor en el “face”, ese doctor decía que era cirujano, que él sabía pues, entonces yo le platiqué el caso de mi padre, él me dijo, ‘tráemelo’, entonces ya mi hermana le había hecho unos estudios que le habían salido carísimos”, relató. 

Luego de ser revisado por el especialista, éste decidió practicarle la cirugía, de la cual si el señor Romeo salía con vida iba a ser un milagro, porque el quiste era muy peligroso. 

“Esto es un milagro, estaba a una uña que eso le llegara al cerebro a mi padre, le iba a comer todo el seso, todo este hueso que tiene aquí se lo comió, y le dijo el doctor, no se vaya usted a meter el dedo porque le puede llegar al cerebro. Este es un milagro que hizo la Virgen, porque si no fuera por la Virgen se me hubiera muerto ahí, porque ya estaba a punto de llegarle al cerebro”, comentó Sonia. 

A partir de ese momento, el señor Romeo se olvidó de esos fuertes dolores, y fue la Virgen quien le adelantaría esa noticia antes que el médico. 

 

“La Virgen llegó otra vuelta a mi cama en la noche, la vi que llegó, dice ‘ya tu padre está bueno hija, ahorita quiero que me acompañes’, me trajo en el sueño hasta acá, hasta este templo llegué, el padre estaba haciendo una misa, entonces nos echó la bendición, ‘ya tu padre está bueno ya se pueden ir’ dice, el padre nos echó la bendición y la Virgen nos llevó hasta allá, nos subimos en el camión y nos fuimos, porque nosotros somos de lejos, ya ella se regresó y nosotros nos fuimos”, destacó. 

“La Virgen es viva, hay que pedir con fe, creencia, seguridad, pero sobre todo con su confianza”, dice Sonia, quien aseguró que en al menos 10 ocasiones ha sido ayudada por la Madre Santísima. 

“Si tú le pides, tú le oras, le suplicas todos los días sin parar, ella te escucha, porque ella es intercesora de nuestro señor Jesucristo, ella le pide a su hijo que nos ayude, ella es la mejor doctora, no hay doctor mejor que ella, hay doctores que sí, el señor les dio el talento, pero que es lo que pasa, nos cobran demasiado dinero, ella sin pedirnos nada a cambio, ella nos sana, ella nos cura”, destacó. 

La familia cumplió una promesa que hizo si don Romeo se recuperara, y entregó a la Virgen de Cupilco un vestido... No cabe duda que la fe puede lograr milagros.