Hermanas chontales rescatan tradición ancestral del chocolate artesanal

Tienen puntos de venta en la Ciudad de México y Jalisco

 

La elaboración del chocolate artesanal forma parte de un legado de cientos de años que tiene raíces prehispánicas, pero que con el paso del tiempo se ha ido perdiendo, sin embargo, las hermanas chontales Ema, Irene y Elvia Hernández Hipólito, han decidido rescatar esta tradición ancestral.

Ema Hernández contó a Telereportaje que para mostrarle a su esposo cómo se hacía el chocolate en los años de su infancia, se juntaron las tres hermanas para prepararlo paso a paso, sin saber que de ahí nacería lo que hoy es su propia marca de chocolate artesanal ‘Emirel’.

“Así que un día empezamos porque él quería conocer a fondo cómo se hace el chocolate y un día invité a mis hermanas y les dije, vamos a hacer la elaboración del chocolate, pero junto con mi esposo, para que él conociera, ahí inició todo, porque esto nos hizo recordar a mamá, fue cuando nos empezamos a juntar y al día siguiente una de mis hermanas me habla y me dice, fue un éxito el chocolate, se vendió todo y me dice mi otra hermana lo mismo y como se acercaba un evento cristiano, su pastor me habla y me dice: es cierto que están vendiendo chocolate y le dijimos que sí y me hablan para pedirme tantas tablillas y es como empezamos a hacerle, luego se acercaba otro evento, pero nunca fue como un proyecto, les puedo decir hoy en día que fue un regalo de Dios”, expresó.

“Iniciamos con un chocolate que es el de mesa, posteriormente metimos el chocolate amargo, en una plática le dije a mi esposo que por qué no innovábamos y hacíamos chocolate con miel, luego con arándanos y a raíz de eso empezamos a hacer el polvillo, el pinol, ahorita ya tenemos una variedad de productos, se está trabajando igual la galleta de pinol, estamos haciendo la salsa de chocolate y chile habanero, es una línea de chocolates, pero estamos trabajando también con sus derivados, ahí es donde nace chocolatería ‘Emirel’, nosotros somos de Tamulté de las Sabanas, hice la conjugación de los nombres de mis hermanas, yo soy Ema, mi hermana Irene y la otra Elvia, Emirel”, explicó.

Ema asegura que la receta de su abuela se ha convertido en una bendición, que les ha dado empleo, ha unido a la familia y les ha permitido rescatar una tradición ancestral.

“Puedo decirles que Emirel nació con un propósito, se unieron mis hermanas, fue un milagro de Dios porque nos ha unido como familia, estamos en más comunicación, estamos dando también trabajo a unos familiares, más que nada rescatar ese alimento ancestral y no irnos a una golosina, sino darle el valor a nuestro alimento ancestral y a consumir lo local, no lo que viene del extranjero, rescatar esa tradición que se dejó de hacer y enseñarle a la juventud, porque muchos jóvenes no saben qué es un polvillo, qué es un pinol, no lo han podido saborear, pero que se den la oportunidad para que un día podamos disfrutar de esas riquezas ancestrales”, indicó.

Cabe señalar que el año pasado Emirel tuvo la oportunidad de participar en la Eurochocolate 2022, junto con productores y chocolateros de diferentes partes del mundo y ahora están en planes de expansión, teniendo ya puntos de venta en la Ciudad de México y Jalisco.