Hallan cuerpo de Ana Julia entre los matorrales… justo frente a su casa
Carrizal es cuna de lobos, dice tío de la séptima víctima de presunto feminicidio en Tabasco
“Quiero tenerla conmigo, llevarla a descansar, es lo que más quiero, porque nunca creí que iba a pasar por eso, y por mi niña, que ya no la voy a volver a ver”.
Una cruz de madera, con un lazo rojo, fue colocada en el terreno baldío donde fue encontrado el cuerpo de la joven; este paraje enmontado y sucio no se encuentra a kilómetros de la ciudad, sino justo enfrente de la casa de la menor, en la colonia Carrizal.
María del Rosario Arias es la mamá de Ana Julia. Trabaja con su esposo en la Central de Abasto de Villahermosa. Se va durante la noche y alcanza a llegar antes de que se asome el sol. Pero ese viernes, 18 de febrero, al regresar a casa, ya no volvió a ver a su hija.
La señora expresó a Telereportaje el dolor que representa para ella la pérdida de su hija y la demora de los procedimientos periciales para poder entregarles el cuerpo.
“Me hicieron lo de la sangre, para checar, para ver si en realidad es mi hijas. Para checarlo. Ya me dijeron que le van a dar prioridad para que a más tardar el viernes me la entreguen, porque tarda de 1 mes, pero yo le dije que ya la quiero tenerla aquí conmigo”, sostuvo.
El cuarto de Ana Julia está de luto, sola una bombilla de pocos watts alcanza a alumbrar la penumbra de este espacio que ella misma adornó, comenta su madre, con la voz quebrada.
“Esa era de su cama, aquí guardaba todas sus pinturas ella esa cajita, la busco para que guardara sus pinturas. Y su ropa está todo intacto aquí lo de ella”, declaró.
A las afueras de este domicilio, en la calle Antonio Reyes Zurita, comienzan a llegar vecinos y familiares que se unen a la pena.
La abuelita, Josefina Arias Custodio, pidió justicia por el asesinato de quien consideraba su hija, por las atenciones que le dio durante 15 años.
La señora de la tercera edad narró que Ana Julia recibió una llamada y salió de la casa, pero ya no regresó.
“Ella salió el viernes a las 4 de la mañana, tuvo una llamada telefónica, salió, y desde esa hora no regresó, no sabemos qué pasaría, porque no regresó nunca; y ya fue cuando le dije a mi hija el sábado que tenía que ir a poner la Alerta Amber para ver si aparecía, pero estaban en la búsqueda. Y ayer en la tarde vino un niño a decirnos que había un cuerpo de una muchacha aquí enfrente en el monte, entonces fueron a verlo y vieron que era ella”, expresó.
Romana Santos, tía de Ana Julia, se mostró consternada por la muerte de su sobrina y exigió que se haga justicia “sin importar quién sea”.
“Impacta mucho, muy independiente de que era familiar mío, pues igual tengo niñas. Y lo que exigimos es justicia, que caiga quien tenga que caer, duele mucho, y lamentamos, no sabemos quién pudo haber sido, pero que caiga quien tenga que caer”, exigió.
Jorge Oliva León, tío de la menor, recorrió con Telereportaje el terreno baldío frente a la casa de Ana Julia. Lo describió como un camino poco seguro, en el que transitan personas que no son de la zona.
“Que si ya la policía no puede, que manden al ejército y que venga a patrullar por aquí, que se limpie en todo este terreno que está enmontado, porque hay mucho terreno… al menos este es cuna de lobos. Pedimos también eso al gobernador o al ayuntamiento, a quien corresponda, que vengan hacer esos trabajos, y que nos activen esa caseta de policías. Que según comentaron anoche no hay policías ahí. Sí necesitamos todo eso. Protección no nada más para las señoras también para los hombres, cuántos han apuñalado, los han dejado votados”, expresó.
En la sala de esta humilde vivienda se encuentra un altar permanente, con la imagen de la Virgen de Guadalupe y Jesucristo. La foto de Ana Julia se encuentra en el centro, con tres veladoras que alumbran su camino.