Entre aplausos, mariachi y banda sepultan a jóvenes que fueron fulminados por un rayo
Amigos y familiares dieron el último adiós a los adolescentes
Al sonido de mariachis, música de banda y aplausos, despidieron a Chucho y Lalo, los jóvenes que fallecieron por la caída de un rayo en la Villa Luis Gil Pérez, el pasado lunes.
En punto de las cuatro de la tarde, familiares, amigos, compañeros de equipo de futbol y de la escuela, asistieron a la misa en la iglesia San Francisco de Asís, para pedir por el eterno descanso de los dos adolescentes.
Al final de la ceremonia religiosa se dirigieron al panteón de la villa con globos blancos, lonas con los nombres de cada uno y su fotografía, un balón de futbol y además, portando el uniforme del equipo al que pertenecían; motociclistas y una cabalgata escoltaron los féretros hasta el lugar donde descansarán eternamente.
“Eran buenos amigos, la neta no se merecían lo que les pasó y me da tristeza porque pues convivíamos todos los días ahí, fue una desgracia lo que les pasó”, dijo.
Como trabajadores, grandes deportistas y muchachos de bien, así serán recordados Carlos Eduardo y Joshua Jesús, quienes ya descansan en su última morada.