"En Tabasco caminé, comprendí y cumplí, mi conciencia está tranquila": Enrique González Pedrero

Intelectual y político de acción, dos características difíciles de encontrar en un solo hombre, así define Humberto Mayans Canabal al ex gobernador de Tabasco, Enrique González Pedrero.

El ex mandatario tabasqueño murió el pasado lunes 06 de septiembre, sin embargo, su legado quedará para la posteridad plasmado en las obras que marcaron el desarrollo de Tabasco y en los libros que escribió como testigo de los rezagos y necesidades que enfrentaba la población tabasqueña. 

Humberto Mayans, ex senador y amigo cercano de don Enrique González, recordó hace un año, en entrevista para Telereportaje, la vida pública y la visión del ex gobernador tabasqueño.

El político tabasqueño, recordó que sirvió al estado como secretario de Comunicaciones, Asentamientos y Obras Públicas en la gestión de González Pedrero, en la que aseguró se administraron miles de millones de pesos sin que se desviara un solo peso y al contrario, dijo, se ejerció de manera honesta.

“(Enrique) González Pedrero dijo una frase al final de su gobierno, dijo, en Tabasco caminé, comprendí y cumplí, mi conciencia está tranquila”, refirió. 

Destacó que Don Enrique González, fue un abogado de la llamada “generación 1930 o del medio siglo”, y en 1950 viajó a París para hacer su especialización en sociología, economía y ciencia política en la Universidad La Sorbona, y durante su estadía en Europa, conoció a la escritora Julieta Campos, de origen cubano y con quien formó un matrimonio de 54 años, hasta el fallecimiento de la ganadora del Premio Xavier Villaurrutia, el 05 de septiembre de 2007.

“González Pedrero yo quisiera decir de entrada que es un intelectual y un político de acción, circunstancias que muy pocas veces vemos en este país, que un intelectual, un académico un hombre que ha escrito más de 30 libros, que fue director de Ciencias Políticas y Humanidades de la UNAM, que es el único tabasqueño que ha recibido el doctorado honoris causa de la UNAM, y que también tiene el doctorado honoris causa de la Universidad Juárez Autónoma de Tabasco, por sus reconocimientos académicos e intelectuales…”, destacó. 

Mayans Canabal recordó que Enrique González Pedrero, fue un político tabasqueño con un extenso currículo en el servicio público, dos veces senador, gobernador de Tabasco, director y fundador de la Corporación de Radio y Televisión, como se le llamó en sus inicios a Canal 13, fue director de Libros de Texto Gratuitos, embajador en España, Director del Fondo de Cultura Económica y una larga vida en la administración pública federal. 

“Con esta formación, con esta visión de largo alcance, de largo plazo, de estadista más que de político, don Enrique diseñó un programa de gobierno muy importante para Tabasco, en función de un diagnóstico que hicieron y que expresó en un libro que publicó meses antes de asumir el poder, que se llamaba, “Voces de la naturaleza”…”, enfatizó.

Destacó que durante su campaña por la gubernatura, su lema fue “que hable el pueblo” y posteriormente cuando asumió la administración estatal, adoptó el lema “Hablarán los hechos”.   

“Planteó un tema de entrada, es algo muy importante para cualquier gobierno que quiere hacer bien las cosas, organizarse internamente, si un gobierno no se organiza internamente no podrá dar buenos resultados, entonces, lo primero que hizo fue una profunda reforma administrativa…”, explicó.

Detalló que para garantizar un gobierno eficiente y transparente, González Pedrero llevó a cabo una reforma administrativa y jurídica en materia de transparencia, para que en el marco jurídico se apoyaran sus proyectos de gobierno y a la vez estuvieran los controles necesarios de vigilancia.

Enfatizó que con los ahorros del presupuesto del gobierno se hizo el programa de puentes y carreteras de integración territorial, mil 500 kilómetros de carreteras y caminos, en seis años, así como 105 puentes, entre los que destacan el de Frontera que lleva su nombre, el Usumacinta, Sánchez Magallanes, Tacotalpa, entre otros, lo que dijo, significó unir el territorio disperso que había en Tabasco.

En el rubro de pobreza y salud, afirmó que se invirtieron 73 mil millones de pesos, en los estándares de agua potable, se pasó de 39 por ciento al 54 por ciento en abasto, y en alcantarillado se avanzó del 25 por ciento al 32 por ciento, e incluso, se construyeron plantas potabilizadoras para dotar del vital líquido de calidad que no se tenía en la época.

“Estamos viendo un programa de salud integral que se dejó servido hasta el año 2000, don Enrique González concluyó en el año de 1988, y todo esto estaba servido hasta el año 2000, pero a partir del año 2000 en porcentaje de población, se tenía que haber invertido adicionalmente los recursos por cada gobierno para ir ampliando conforme al crecimiento de la población estos servicios básicos, pero no se hizo…”, señaló.

Sin embargo lamentó que, a partir del año de 1988 se cayó en desarrollo social, pues González Pedrero dejó los estándares en la décima posición nacional, posteriormente se bajó a la media nacional y en la administración pasada, de Arturo Núñez Jiménez, el Estado alcanzó a los tres rezagados históricamente que son Guerrero, Oaxaca y Chiapas.

“Cuando González Pedrero concluye su gobierno en 1988, constitucionalmente hablando, Don Enrique en Tabasco había alcanzado el décimo lugar nacional en desarrollo, después de casi 30 años de un gran esfuerzo del pueblo de Tabasco por superar sus atrasos…”, expuso.

Mayans Canabal, puntualizó que González Pedrero transmitió su concepción de la política, el ejercicio público y de la obra social, al presidente Andrés Manuel López Obrador.

“Yo creo que si hubo influencia de González Pedrero a López Obrador, al hoy presidente de México, primero, López Obrador no hay que olvidar estudió en la facultad que fundó y dirigió Enrique González Pedrero, el estudiar en esa escuela de Ciencias Políticas y Sociales le da a uno una sensibilidad y formación especial para cuando uno llega a hacer política real…”, destacó.

Enfatizó que a su parecer, la mayor influencia adoptada por López Obrador fue en el método de gobierno, en orden, con eficiencia, transparencia y el reiterado objetivo del combate a la corrupción de manera firme.

“El cual trabajó, participó en su campaña, fue director de la facultad donde estudió, y tuvo una gran relación con él y con doña Julieta Campos, participó en toda la campaña de Enrique Priego y fue como director del IEPES para poder hacer el Plan de Gobierno, López Obrador contribuyó en el programa de Gobierno del que yo hablaba de González Pedrero, vio también la sensibilidad social y política de González Pedrero…”, refirió. 

Recordó además, que cuando Andrés Manuel López Obrador era dirigente del Partido Revolucionario Institucional, rompió relaciones con González Pedrero, por una serie de intrigas y situaciones políticas, por lo que prefirieron tomar distancia.

Sin embargo, un par de años después, se reconciliaron y hasta la fecha seguían unidos como grandes amigos, e incluso, remembró que Julieta Campos fue secretaria de Turismo en la Ciudad de México, cuando López Obrador era jefe de Gobierno. 

Enrique González Pedrero vivía desde hace muchos años en la Ciudad de México, sin embargo, nunca se olvidó de Tabasco, y es que a decir de uno de sus más cercanos amigos, Humberto Mayans buscaba visitar con frecuencia, para recorrer el Parque Tomás Garrido o el Centro de la Ciudad de Villahermosa.

“Le gusta mucho venir a Tabasco, viene de tres a cuatro veces por año a comer puchero, le encanta el puchero, a convivir con sus amigos, a la biblioteca pública José María Pino Suárez, le gusta ir, que también él construyó”, apuntó.

A sus 90 años de edad, González Pedrero procuraba nadar tres veces por semana durante una hora, actividad que al igual que la lectura, eran parte de sus hábitos. 

El año pasado tuvo una intervención quirúrgica por una vieja molestia y pese a ello, se mantenía muy activo, según narró, Mayans Canabal.

Sus últimos años de vida fueron de mucha lucidez, lectura y charla con amistades, aunque por la pandemia, era cada día más difícil realizar los encuentros presenciales que tanto disfrutaba.