Condenan a 6 años de prisión a Cristina Fernández, vicepresidenta de Argentina
Tras el fallo se pronunció en un video, en el que dijo que la condena que le impusieron tiene su origen en un sistema paralelo y una “mafia judicial"
La vicepresidenta de Argentina, Cristina Fernández de Kirchner, fue condenada este martes a seis años de prisión por el delito de administración fraudulenta de fondos públicos, cometido durante los 12 años que gobernaron ella y su fallecido esposo, Néstor Kirchner.
El Tribunal Oral Federal 2 dictó sentencia del juicio iniciado en mayo de 2019, por las irregularidades en la concesión de obras viales a favor del empresario Lázaro Báez, entre los años 2003 y 2015.
Los jueces hallaron culpable a la expresidenta y también la condenaron a la pena de inhabilitación perpetua para ejercer cargos públicos. No obstante, la absolvieron en los cargos por presunta asociación ilícita.
Pese a la condena, Fernández de Kirchner no iría a prisión, ya que tiene fuero por el cargo que ocupa.
Además, el fallo puede ser apelado, y se prevé que llegue a la Corte Suprema de Justicia de la Nación, donde iniciaría un proceso que podría demorarse años.
Tras la determinación del Tribunal, la funcionaria se pronunció en un video de casi 55 minutos, en el que aseveró que la condena que le impusieron tiene su origen en un sistema paralelo y una “mafia judicial”.
“La condena estaba escrita (…) La idea era condenarme como finalmente hoy lo hicieron (…) Esta condena no es una condena por las leyes de la Constitución o por las leyes administrativas o por el Código Penal. Esta es una condena que tiene su origen en un sistema (…) Esto no es ni lawfare ni partido judicial, esto es un estado paralelo y mafia, mafia judicial (…) Esto es el Poder Judicial de la República Argentina en articulación con los grandes medios, con las empresas, y este es el sistema que hoy me condena a mí. Este es un sistema que es un sistema en el cual no van a tolerar jamás que alguien, que me tocó a mí desempeñar la presidencia de la Nación en dos oportunidades, no haga lo que ellos dicen”, expresó.
La vicepresidenta argentina aseveró que detrás de su condena está el poder económico y mediático, que controla y coarta a quienes están comprometidos con los derechos “del pueblo” en Argentina.
“Es el poder en la Argentina, el poder económico y mediático que controla, en una suerte de estado paralelo y que coarta permanentemente. Entonces, además, es también un sistema disciplinador de los que tenemos un compromiso con los derechos de la gente. Ahí me condenan a mí, me condenan porque condenan un modelo de desarrollo económico y de reconocimiento de los derechos del pueblo. Por eso me condenan, pero la condena no son los seis años en la cárcel, la condena real que dan es la inhabilitación perpetua a ejercer cargos políticos electivos, cuando todos los cargos a los que accedí fue siempre por el voto popular”, agregó.
Finalmente, la descartó contender para un cargo público con el propósito de mantener el fuero, por lo que dijo que al terminar el periodo en el cargo, podría ser aprehendida.
“No voy a ser candidata, es más, una buena noticia para usted, Manieto, ¿sabe por qué? Porque el 10 de diciembre de 2023 no voy a tener fuero, no voy a ser vicepresidenta, así que le va a poder dar la orden a sus esbirros de la casación y de la Corte Suprema que me metan presa, sí, pero mascota de usted, nunca, jamás. No voy a ser candidata a nada, mi nombre no va a estar en ninguna boleta. Termino el 10 de diciembre y me vuelvo, como me volví el 10 de diciembre de 2015, a mi casa”, refirió.
Por su parte, el presidente de Argentina, Alberto Fernández, defendió a su colaboradora y dijo que fue condenada una “persona inocente”, a quien los poderes fácticos trataron de estigmatizar y perseguir.
“No puedo dejar de conmoverme por la sentencia condenatoria a Cristina. Es el resultado de un juicio en el que no se cuidaron las formas mínimas del debido proceso”, denunció.
Ante el fallo, dijo que acompaña y se solidariza con la vicepresidenta, “sabiendo que es víctima de una persecución absolutamente injusta”.