Aprueban reforma energética en San Lázaro tras intenso debate

Así lo anunció el presidente de la Mesa Directiva de San Lázaro, Sergio Gutiérrez Luna

 

 

Morena y sus aliados hicieron valer su mayoría en la Cámara de Diputados para aprobar la reforma energética.

Con 353 votos a favor, 122 en contra y 0 en abstenciones, se aprobó en lo general y en lo particular el proyecto de decreto por el que se reforma el párrafo quinto del artículo 25, los párrafos sexto y séptimo del artículo 27 y el párrafo cuarto del artículo 28 de la Constitución, en materia de áreas y empresas estratégicas.

 

Previo a su votación, los legisladores se enfrascaron en una acalorada discusión respecto a la reforma presentada por el expresidente Andrés Manuel López Obrador, con la que busca establecer a la Comisión Federal de Electricidad (CFE) y Pemex como empresas públicas del Estado.

Durante su exposición, el panista Federico Döring Casar, aseguró que Pemex es la “industria del Amor”, a la vez que mostró una fotografía de José Ramón López Beltrán.

Y aseguró que Morena y sus aliados buscaban aprobar la reforma energética para eliminar la competencia, la regulación, el derecho y la ley.

 

 

Vino la respuesta por parte del PT, con el legislador Ricardo Mejía Berdeja, quien señaló que el expresidente, Felipe Calderón, y otros exfuncionarios de áreas estrategias de Pemex y CFE, beneficiaron a empresas transnacionales a cambio de obtener empleos al concluir sus encomiendas en el gobierno.

 

La panista María José Gamboa, reviró, y sostuvo que la refinería de Dos Bocas es “el atraco más grande que ha existido” en la historia de México, y la que, en vez de representar un beneficio para la nación, lo fue únicamente para funcionarios de Pemex y de la Secretaría de Energía

 

Por su parte la diputada de Morena, Teresita de Jesús Vargas, acusó que la oposición no representa los intereses de la ciudadanía que votó por ellos, sino de las empresas transnacionales y grupos de poder en México.

 

Cabe mencionar que la nueva reforma establece que la CFE controlará el 54 por ciento de la generación eléctrica, y el 46 por ciento las empresas privadas.

Además, obligará al Centro Nacional de Control de Energía (Cenace) a despachar primero la energía producida en las plantas de la CFE antes que la de los privados, aunque provenga de fuentes más limpias.