Se consuma la farsa: Exlíderes del PRI tras reelección de Alito

Dulce María Sauri, Pedro José Coldwell y Enrique Ochoa Reza acusaron al TEPJF de ser “permisivo” ante el "atraco" al partido

 

 

Exlíderes del PRI sentenciaron que, con la reelección de Alejandro Moreno Cárdenas en la dirigencia nacional, por cuatro años más, se consumó la “farsa”. 

Dulce María Sauri, Pedro José Coldwell y Enrique Ochoa Reza emitieron un posicionamiento en el que aseveran que la reelección de Moreno Cárdenas “es producto de una Asamblea Nacional ilegal, a partir de una reforma ilegal de los Estatutos y de un proceso de elección ilegal”.

Destacaron el “cuestionable proyecto” en el que la magistrada presidenta, Mónica Soto, remitió al Partido y al INE las dos impugnaciones que presentaron a nombre de cientos de militantes.

Los magistrados "tuvieron la oportunidad de actuar y decidieron no hacerlo", manifestaron al tiempo que opinaron que el error se debe enmendar “y resolver en última instancia bajo criterios estrictamente jurídicos que no den lugar a retrasos, ni a sentencias cuestionables por parcialidad o falta de rigor jurídico". 

 

REELECCIÓN DE ‘ALITO’ ES ILEGAL, AFIRMAN

Los exlíderes del tricolor expusieron que “solamente cien personas fueron acreditadas en cada una de las mesas que discutían las reformas”, por lo que insistieron en que fue “una Asamblea rasurada”, con participación sólo de los consejeros nacionales elegidos a modo.

En ese sentido, Sauri, Coldwell y Ochoa comentaron que, por primera vez en la historia del PRI, el dirigente se reelige "a puerta cerrada, sin propuestas, ni debate, ni proyecto de futuro y donde la militancia ha estado ausente”, por lo que se trata de un “partido secuestrado por la ambición personal” de Moreno Cárdenas. 

Consideraron que el “daño jurídico infligido” al tricolor se podrá reparar cuando el INE y el Tribunal Electoral “anulen la Asamblea Nacional ilegal, así como todos los actos derivados de ella, incluida la reelección de ‘Alito’, pero aseveraron que el “daño moral ante la sociedad por los actos ilegales de la actual dirigencia será muy difícil de resarcir".

Finalmente, advirtieron que "la larga marcha continúa", a la espera de que el INE evite “que un partido secuestrado por intereses personales no sea una isla autoritaria en el sistema democrático nacional".

Es de mencionar que a las exigencias de los exdirigentes priistas también se sumaron Aurelio Nuño, Fernando Galindo, y Fernando Zendejas.