Refinería “Olmeca”, elefante blanco que mamó más recursos de lo planeado: MAD
Acusa que hay demasiada opacidad en el proyecto
El exgobernador de Tabasco, Manuel Andrade Díaz, arremetió contra el Gobierno federal por haber inaugurado la refinería “Olmeca”, en Dos Bocas, Paraíso, sin estar realmente concluida al 100 por ciento.
El exmandatario tildó la obra como un “nuevo elefante blanco”, al compararlo con el Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles.
Asimismo, Andrade Díaz criticó el aumento en el monto de la inversión, pues recordó que el mismo presidente reconoció que el costo de la construcción de la refinería tuvo un incremento de unos 238 mil 600 mdp, 50% mayor a lo planeado en dólares en 2018, y 58% en pesos, debido al tipo de cambio.
“Este nuevo elefante blanco, mamó más recursos públicos de los que estaba originalmente planeado, ya que de 8 mil millones de dólares que se presupuestó, se disparó a 12 mil millones; aunque cálculos reales estiman que van a ser 18 mil millones de dólares el costo final; y el fin de semana pasado vimos otro evento, con la parafernalia correspondiente, sin la presencia de invitados incómodos, para presumir la inauguración de la refinería ‘Olmeca’ aunque solo haya sido para la foto, porque como hemos dicho, no produce nada y no producirá nada ahorita, solo derroche y dolores de cabeza a los tabasqueños”, expuso.
El también exdiputado local del PRI acusó que hay demasiada opacidad en el proyecto, pues señaló que, al encontrarse la refinería “Olmeca” dentro del listado de cartera de inversión de la Secretaría de Hacienda, Sener tiene la obligación de registrar el avance físico y financiero del proyecto, sin embargo, los números reportados no corresponden en nada con lo que informa la titular de la Secretaría de Energía.
“La secretaria, en el evento, ha manifestado que la refinería tiene un avance físico del 87 por ciento, sin embargo, lo reportado oficialmente ante Hacienda, difiere de estas acciones, ya que este proyecto, en el último informe trimestral de 2021 únicamente reportaba un avance físico de 0.39 por ciento; si bien la obra tenga un avance físico mayor a lo reportado oficialmente ante Hacienda, lo destacable de esto es la opacidad, que es de tal forma que no han actualizado esta información en los reportes oficiales, por lo tanto, que en estos momentos no exista información y datos concretos que respalden estos aumentos, demuestra la opacidad con que se maneja este gobierno y la opacidad, es uno de los síntomas inequívocos de la corrupción”, apuntó.
El también excandidato del PRD a la alcaldía de Centro expuso que la decisión del Gobierno, al declarar la obra como estratégica y ‘de seguridad nacional’, ha derivado en un terreno de discrecionalidad para su ejecución, debilitando los controles para la supervisión de su avance físico y financiero, que recae en Hacienda con los datos, todo debido a que la información relativa a los contratos, a las licitaciones, a los permisos o dictámenes, se han guardado “en el fondo del cajón” de información reservada, sin que nadie tenga acceso a ella.
“La justificación oficial de esta opacidad legalizada apela a que había que eliminar trabas administrativas que retardan las licitaciones o las decisiones y se prestan a corrupción, pero lo cierto es que eso, ni ha impedido su retraso, ni tampoco el sobrecosto. La razón de cerrar la Transparencia, entonces, tiene más que ver con el control político de la información, para obstaculizar su supervisión, y obviamente, la rendición de cuentas; no hay gobierno sin oposición que no critique o descalifique las obras de una administración, pero eso no justifica las reservas de información para evitar lo que ellos le llaman el ‘golpeteo político’, algo que por cierto tampoco ha logrado resolver”, refirió.
Manuel Andrade dijo esperar que la refinería sí funcione dentro de los cuatro años que han proyectado algunos expertos, aunque manifestó que, para ese entonces, López Obrador ya tendrá dos años de haber dejado la Presidencia.
Finalmente, dijo esperar que para ese entonces también se tenga acceso a los datos del por qué del sobreprecio, de quiénes fueron los contratistas, bajo qué modalidad se hicieron las compras, a quién se las hicieron, por qué a ellos, y sobre todo, quiénes tomaron las decisiones, pues apuntó que éstos deberán de ser responsables de la corrupción, del daño ambiental y también de la irresponsabilidad de gobernar “a contentillo” y a ocurrencias de su jefe.