Milei y AMLO usaron resentimiento y destrucción para llegar al poder: Andrade
Señala que ambos hicieron uso del resentimiento, ven la confrontación y el encono como instrumento de gobierno
El exgobernador de Tabasco, Manuel Andrade Díaz, aseguró que Javier Milei y Andrés Manuel López Obrador, son iguales e incluso, usaron el resentimiento y la destrucción del sistema político existente, para llegar a la presidencia de sus respectivos países.
En su análisis compartido en redes sociales, el político tabasqueño, señaló que, a su punto de vista, son las similitudes que comparten el presidente electo de Argentina, Javier Miley y el mandatario mexicano.
“Las elecciones en Argentina y el triunfo de Javier Milei han llamado poderosamente la atención en el mundo, primero porque continúa la tendencia que no ganan los partidos que están actualmente gobernando, es decir, la alternancia en todo el mundo ya es tendencia, segundo, porque en México hay elecciones, y hay muchos que queremos un cambio en el poder político, y lo que es la vida, el triunfo de Milei siendo de derecha es muy parecido al triunfo de López Obrador, que se supone es de izquierda…”, indicó.
Señaló incluso, que la popularidad de Andrés Manuel López Obrador no se basa en sus éxitos económicos, ni de castigo y erradicación de la corrupción, sino que, se basa en el odio y la polarización que ha generado entre él y los demás.
“Milei y AMLO, viven de la percepción ciudadana, de un líder que provoca, aunque no dé resultados, por eso se hace indispensable reencauzar la conversación pública. El conservadurismo radicalizado es un fenómeno de crisis, también el populismo radicalizado, ambos son crisis de los sistemas políticos, Milei y López Obrador, utilizan el resentimiento para movilizar a amplios y crecientes sectores de la sociedad…”, señaló.
Finalmente, el exmandatario, recomendó a la población pensar bien por quien se votará el año próximo, una tarea que dijo, es cada vez más importante, porque si se vota con las vísceras, estómago, sin la cabeza, con el hígado o el corazón y sin el cerebro, las consecuencias van a ser muy graves.