La ‘Gran depresión del Siglo XXI’ es un hecho y no fue un tema financiero, ni tecnológico
Se está presentando una crisis global, un acontecimiento que sin lugar a duda será la más importante y con mayor resonancia de la economía moderna. El Covid-19 es la primera de gran magnitud comparable a la que se presenció en la Segunda Guerra Mundial. Una crisis multidimensional y realmente global, cuya duración, profundidad y alcances geográficos es de mayor envergadura que las que le precedieron.
Durante la segunda guerra mundial fueron 23 los países que participaron activamente durante los 6 años de conflicto, ciertamente también hubo afectados de manera indirecta e incluso llevando a la recesión a más de 50 países, aunque no todos los integrantes principales pasaron por perdidas económicas. Sin embargo, muchos países ajenos a la guerra y con capacidades productivas, vieron un crecimiento económico acelerado durante y después del periodo bélico, pues abastecían la ausencia de varios actividades económicas de los países en conflicto.
La crisis económica posterior y consecuencia de la crisis de 2008 surgida en los mercados financieros de los Estados Unidos, generaron una serie de problemáticas llevando consigo alrededor de 54 países a la recesión en los primeros 4 años (2008 – 2012). Por eso se dijo, que al ser los Estados Unidos el epicentro de la crisis “contagia” principalmente a Europa y América Latina, teniendo similitudes con lo ocurrido durante “La Gran Depresión” (1929).
Estamos presenciando el inicio de “La Gran Depresión del Siglo XXI”. Es destacable, que esta crisis no surge por un tema financiero, tampoco un exceso de oferta, incluso, no tiene mucho que ver con un desplazamiento de la mano de obra por la transición tecnológica acelerada. Se trata de una crisis humana, una crisis de “MOVILIDAD”, de “FUNCIONALIDAD”, mientras el actor básico de demanda está encerrado en su casa, la OFERTA está “CORTINAS ABAJO”; es decir, mientras el consumidor está en casa, la empresa le es preciso cerrar, oferta y demandan no se encuentran, simplemente, no hay mercado.
En el aspecto del mercado de factores productivos, esta se convertirá en la mayor crisis de mercado laboral, es por tanto también una crisis del factor trabajo. Se tiene y se cuentan con los demás factores de la producción (capital, tierra y tecnología), sin embargo, se resignifica la importancia del factor trabajo, no puede haber producción con solo dinero, máquinas, computadores y demás insumos. No obstante, la cuerda se revienta por lo más delgado, y es inminente, que miles y miles de trabajadores en el mundo estarán sin empleo en el corto plazo. El aspecto laboral es y será parte central de esta crisis, antes que todo porque su ausencia forzada ha paralizado la actividad y segundo, porque en un corto tiempo, representará un reto para el sector empresarial y los gobiernos.
Finalmente, aunque estamos echando mano de la tecnología, es del reconocimiento global, de que a pesar de la tele presencia, las plataformas online, el e-commerce, etc. El trabajo y el consumo presencial siguen siendo fundamentales para el funcionamiento del mercado y el crecimiento económico.