Descarta Reyes Rodríguez renunciar aL TEPJF

Anunció que convocará al Pleno para reanudar la sesión pública del pasado 7 de diciembre con la presencia de las cinco magistraturas

 

Reyes Rodríguez Mondragón descartó renunciar como magistrado del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF).

En un comunicado publicado en sus redes sociales, informó su decisión con el que, dijo, es un “sentido de dignidad y respeto que conlleva presidir” el máximo tribunal electoral

Argumentó que su determinación se apoya en su “convicción democrática, privilegiando el diálogo auténtico que busca construir acuerdos para superar las diferencias y con respeto irrestricto a la Constitución”.

 

Al rechazar dejar su cargo como magistrado electoral de la Sala Superior, y recordar que este le fue conferido por el Senado de la República desde 2016, anunció que convocará al Pleno para reanudar la sesión pública del pasado 7 de diciembre con la presencia de las cinco magistraturas.

Adelantó que será en ese espacio en donde ponga a consideración de sus compañeros su permanencia en el cargo como presidente del TEPJF. Se dijo “seguro de que la construcción de una solución colegiada es la mejor salida posible para resolver” las diferencias.

Por otro lado, destacó “la importancia de la participación ciudadana para generar un contexto de exigencia que eleve la responsabilidad institucional de todas y todos los servidores públicos”.

Reyes Rodríguez añadió que, consecuente con su obligación y compromiso al frente del órgano electoral, es su propósito “seguir fomentando un intercambio que permita construir los consensos necesarios para superar todas las diferencias”.

“Creo firmemente que debemos continuar en esa ruta, donde la mejor manera de abordar las diferencias es resolviéndolas conjuntamente, con rigor legal y de manera directa, de cara a la sociedad”, sostuvo.

Finalmente, reiteró que cada magistrado del Tribunal Electoral tiene “un altísimo deber con la institución, con el país y con la democracia”, ya que la ciudadanía espera, legítimamente, que estén “a la altura de las circunstancias” para cumplir con su encomienda.