Muerte de “El Chueco” no frena dolor de la violencia: Diócesis de Tarahumara
Expresó su preocupación por la impunidad y por la falta del estado de derecho en todo el país
El homicidio de José Noriel Portillo, alias “El Chueco”, presunto asesino de dos sacerdotes jesuitas en Cerocahui, Chihuahua, no frena el dolor de las víctimas de violencia, ni es lo que se esperaba, sentenció la Diócesis Tarahumara.
Luego de que el gobierno federal confirmara el homicidio del sujeto, la Iglesia Católica en la Sierra Tarahumara expresó su preocupación por la impunidad y por la falta del estado de derecho en esa zona y en todo el país.
Si bien reconoció el esfuerzo de las autoridades por hacer justicia ante el crimen en contra de los párrocos Javier Campos y Joaquín Mora, sentenció que esto no era lo que esperaban y menos lo que querían.
Por ello, lamentó “el desastre” que hay, aunque aclaró que este no es provocado por una sola persona, sino por toda una estructura de extorsión, soborno, cobro de piso y otros delitos, que se debe acabar.
La Iglesia en la Sierra Tarahumara dijo unirse al dolor de las familias por las desapariciones y muerte de sus seres queridos, y se comprometió a trabajar para restructurar el tejido social.
Asimismo, manifestó su deseo por mejores oportunidades para todos, por respuestas ante situaciones que vive la gente pobre, por justicia y por paz ante tanta violencia.