Salvador Rangel no denunció por amenazas: CEM

No quiere volver a pasar una situación parecida a la que vivió durante su presunto secuestro exprés

 

 

Por amenazas del crimen organizado, el obispo emérito de Chilpancingo, Guerrero, Salvador Rangel Mendoza, no denunció a quienes supuestamente lo secuestraron, afirmó el secretario general de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM), Ramón Castro Castro.

En entrevista con Ciro Gómez Leyva, dijo que monseñor decidió no presentar acciones legales por temor a que atenten en su contra nuevamente. 

El secretario general de la CEM también recordó que, una semana antes de lo ocurrido, el obispo emérito “era una personalidad de gran talante” por haber sido un mediador con las bandas criminales.

 

“Hay una frase en la que yo creo que deja mucho que ver monseñor: ‘en consecuencia de mi integridad física y moral’. ¿Qué quiere decir eso? Que está amenazado, que no quiere volver a pasar una situación, que todo lo que ha hecho ahora pues está por el crimen organizado, por quien, sea amenazado. Yo creo que esa frase quiere decir mucho y además dentro de estas conjeturas… una semana antes era una especie una personalidad de gran talante por su valor, por haber sido un mediador, por haber ido con los ojos cerrados en un automóvil hablar con los capos del narcotráfico”, refirió. 

Castro Castro insistió en que hubo una campaña sucia en contra de Rangel Mendoza desde el Gobierno de Morelos, por las críticas que este ha realizado sobre la crisis de seguridad a nivel federal.

Asimismo, lamentó que, por la situación, “se va a la borda” el trabajo del obispo, por lo que pidió “poner en equilibrio lo que ha sido antes”, ya que “era intachable”.