Queremos paz auténtica y duradera: Iglesia ante hechos violentos en Chiapas

La Iglesia solicitó construir una paz que surja desde el diálogo y la escucha, que elimine la polarización

La Iglesia Católica pidió a las autoridades que garanticen “una paz auténtica y duradera”, ante los hechos violentos que se padecen en Chiapas.

El Episcopado Mexicano, dedicó la editorial de la revista “Desde La Fe”, en donde aseguró que, la Iglesia como Madre que abraza, consuela, acompaña y cuida a sus hijos, hace un nuevo y urgente llamado a la paz en México, poniendo su mirada de manera particular en Chiapas.

Enfatizó que, los imparables actos criminales en el país, como el ocurrido en días pasados, que le arrancó lamentablemente la vida al padre Marcelo Pérez, dejan marcas profundas en una sociedad que una y otra vez ha dicho “¡Ya basta de tanta violencia!”.

“Peregrinaciones, toques de campana, jornadas de oración, horas santas, momentos de reflexión, foros de paz, y más, para pedirle una vez más a las autoridades que atiendan este llamado urgente a trabajar por la paz en conjunto, en una estrategia que involucre a toda la sociedad, que permita el diálogo y la escucha”, exclamó.

Enfatizó que, el llamado y exigencia es unánime: “Queremos paz. Una paz que emerja desde lo profundo, que sea sólida, duradera, que surja de una estrategia que haga frente a los principales problemas sociales que hoy vivimos, que reconstruya a un tejido social roto, y que recupere el valor de la dignidad humana, que hoy se ha perdido”.

La Iglesia solicitó a las autoridades construir una paz que surja desde el diálogo y la escucha, que elimine la polarización, y en la que se legislen leyes que aboguen por la defensa de la vida.

Finalmente, apuntó que, los obispos de México reconocen la labor de todos los pastores y agentes de pastoral que construyen puentes de debate en medio del conflicto; que defienden la dignidad humana en cada lugar donde es amenazada; que promueven la reconciliación en contextos de división; que elevan la voz por los que han sido silenciados, y que acompañan y consuelan a las comunidades víctimas de la violencia.