Primer empleo e inclusión laboral, retos a los que se enfrentan jóvenes con discapacidad

Dos atributos que definen el actual mercado laboral son la incertidumbre y competencia, características que plantean un escenario complicado para las personas que buscan una oportunidad profesional, especialmente si nunca antes han trabajado. Este contexto es aún más complicado para los jóvenes con discapacidad.

Con motivo del Día internacional de la Juventud, la Fundación Adecco, en colaboración de Wärtsilä, presentó su noveno informe Jóvenes con Discapacidad, motor de futuro, una edición en la que se encuestó a 253 personas con discapacidad menores de 30 años en España. Los resultados arrojan que 87,2 por ciento de las personas encuestadas nunca han trabajado, es decir, están en búsqueda de su primer empleo.

Los resultados de la presente encuesta ponen de manifiesto una percepción muy reveladora: la gran mayoría de los jóvenes con discapacidad considera que las barreras culturales, como los prejuicios y estereotipos asociados a la discapacidad, son el mayor impedimento para competir en igualdad de condiciones con el resto de la población activa.

En cuento a los jóvenes con discapacidad encuestados, el 70,2 por ciento declara haber sentido discriminación en el proceso. En concreto, un 53,1 por ciento en la fase previa del currículum y un 59 por ciento en la propia entrevista de trabajo, donde cree que han puesto en duda o cuestionado sus capacidades para el desempeño.

“Cuesta mucho dar el paso a la empresa ordinaria, donde siguen existiendo reticencias y prejuicios a la hora de incorporar a personas con discapacidad intelectual. En este sentido, es fundamental fortalecer la red de apoyos desde edades tempranas, con una mayor personalización e inclusión en las escuelas, y destinando más recursos a la atención de las personas con discapacidad y sus familias", detalla Francisco Mesonero.

En este sentido, el directivo asegura que la principal receta es la sensibilización para combatir los prejuicios que les hacen sentir excluidos del mercado laboral. Además, afirma que es fundamental diseñar procesos de selección alternativos en los que las personas con discapacidad tengan oportunidades reales, y puedan competir con el resto de los profesionales.

“Se trata de esfuerzos que no solo benefician a los jóvenes con discapacidad, sino que, sin duda alguna, enriquecen los entornos laborales y, en última instancia, a toda la sociedad”, concluye.