Ponen en venta edificios de la extinta PGR; quieren 1,396 mdp
El Instituto de Administración y Avalúos de Bienes Nacionales (Indaabin) puso en venta los edificios que ocupó la extinta Procuraduría General de la República (PGR) en Paseo de la Reforma hasta 2017 a un precio base de mil 396.7 millones de pesos.
De acuerdo a una nota publicada por la agencia Reforma, esta vez la subasta no será un espectáculo en Los Pinos sino una apertura de sobres el próximo 27 de mayo.
El Indaabin convocó el 7 de mayo a una subasta para vender los edificios de Reforma 211 y 213 en la Colonia Cuauhtémoc, los cuales tuvo que abandonar la PGR debido a los daños que les provocó el sismo de septiembre de 2017.
De lograrse una oferta cercana al precio base, que equivale a unos 57 millones de dólares, la operación rebasará por mucho todas las subastas que el Instituto para Devolver al Pueblo lo Robado (INDEP) ha realizado en Los Pinos para rematar autos, casas y joyas decomisadas a la delincuencia.
La Ley General de Bienes Nacionales, que regirá la venta de los edificios de la ex PGR, ordena que los ingresos que se obtengan deben concentrarse en la Tesorería de la Federación, es decir, en teoría el Ejecutivo no podría disponer libremente de ellos para obras y proyectos sociales, como ha hecho con lo obtenido en las subastas del INDEP.
El Indaabin está a cargo de este proceso porque los edificios de la PGR eran parte del patrimonio federal, es decir, no son bienes asegurados o decomisados, como los que administra el INDEP -que previamente era el Servicio de Administración y Enajenación de Bienes (SAE)- y también celebraba subastas con frecuencia.
En la convocatoria, el Indaabin advirtió que los edificios tienen deudas por agua, luz y predial, las cuales tendrá que asumir el comprador. Los inmuebles suman 35 mil 972 metros cuadrados de construcción y fueron desincorporados del patrimonio federal el 24 de abril.
Los edificios en Reforma fueron objeto de una acusación penal de la actual Fiscalía General de la República (FGR) contra ex funcionarios del Indaabin, quienes otorgaron la concesión para explotarlos por 32 años al empresario inmobiliario Daniel Araf Hop.
Ante el acoso de la FGR, Araf Hop renunció a la concesión en febrero pasado, y el Indaabin reasumió control de los edificios.