“México transita en una etapa de regresión en múltiples dimensiones”: Arturo Núñez

El exgobernador de Tabasco, Arturo Núñez Jiménez, recibió este viernes del Instituto Nacional Especializado en Ciencias Jurídicas (INEC) el grado de Doctor Honoris Causa por su trayectoria profesional y política al servicio de México.

En el evento estuvo acompañado de su familia, entre ellos su esposa Martha Lilia López Aguilera y su hijo Néstor Núñez, exdelegado de la alcaldía Cuauhtémoc de la Ciudad de México.

También asistieron algunos de sus excolaboradores como Agustín Silva Vidal, extitular de la otrora Secretaría de Comunicaciones y Transportes; David Gustavo Rodríguez Rosario, ex titular de la desaparecida Secretaría de Desarrollo Económico y Turismo (SDET) y Francisco Iván González García, su exsecretario particular.

El rector de esta institución privada, Alejandro Gutiérrez Muñoz fue el encargado de otorgarle el título al tabasqueño y le impuso los símbolos que acompañan al grado concedido como el birrete y los guantes blancos.

En su mensaje, Núñez Jiménez agradeció al INEC, donde es profesor de la materia Teoría del Estado, por esta distinción, al tiempo que aprovechó para manifestar que es una persona realizada plenamente al haber alcanzado sus aspiraciones fundamentales, entre ellos haber servido a Tabasco.

“Es esta designación es un título honorífico que se concede no necesariamente a licenciados en una determinada carrera profesional, cito: ‘es una locución latina cuyo significado es por causa de honor una cualidad que conduce a uno entre otros fines al cumplimiento de sus deberes’ y así asumido yo mi vida, privada y pública desde que tuve la oportunidad temprana como estudiante de secundaria en mi natal Villahermosa de saber que mi vocación de vida era la política, entendida como actividad superior al servicio del hombre y la sociedad. Soy una persona realizada plenamente al haber alcanzado mis aspiraciones fundamentales especialmente servir a Tabasco”, expresó. 

Señaló que las generaciones han tenido como signo distintivo de nuestro tiempo, la velocidad vertiginosa del cambio y su incidencia en múltiples ámbitos de la vida social.

Apuntó que hoy se vive un cambio de civilización y que México transita en una etapa de regresión en múltiples dimensiones, que de prolongarse puede consolidarse como una restauración. 

“Actualmente ocurren transformaciones globales, a la vez que retroalimentándose con ellas, en los ámbitos nacionales existen especificidades que también se modifican.

“(…) México transita por una etapa de regresión en múltiples dimensiones con responsabilidades compartidas por gobierno y oposiciones, con mayor peso a cargo del primero, que, de prolongarse, puede consolidarse como una restauración que es necesario revertir para avanzar o costará mucho a las presentes y futuras generaciones todo los retrocedido”, aseveró. 

El experredista sostuvo que la política contemporánea se ha transformado y se sigue transformando, y que en el caso de los partidos políticos “aun considerándolos un mal, siguen siendo necesarios”, ya que las personas no han creado un sustituto mejor para ellos.

“No debemos ofuscarnos contra los partidos, sino luchar por su reforma y modernización, debemos tener presente que hoy la alternativa real a las organizaciones partidistas es el líder carismático, el hombre providencial, que hiper personaliza más la política y nunca conduce a mejores resultados, los ejemplos abundan actualmente y están a la mano.

“En el caso específico de México ya ha vivido en su historia la tragedia de ser país de un solo hombre”, refirió.

En su momento, el jurista Daniel Barceló Rojas, leyó el curriculum y los méritos de Núñez Jiménez, resaltando que a pesar de los múltiples cargos públicos que ha ostentado no se ha enriquecido o se le ha perseguido por delitos de corrupción.

“Arturo Núñez Jiménez es un hombre honrado que ha tenido altos cargos públicos y no se ha enriquecido en ellos, tampoco se le ha comprobado o perseguido por delitos de construcción y eso sabemos en este país es uno de los recursos propios del ejercicio arbitrario del poder.

“Arturo Núñez no va por la vida presumiendo de sus prendas épicas, sin embargo, se exige a sí mismo y de sus funcionarios un alto estándar de ética en el ejercicio la función pública y la aplicación del dinero público y eso le valió para crecer su prestigio personal y credibilidad como hombre público”, comentó.