Las personas mayores viven abusos de sus cuidadores y familiares, pero deciden callarlos: UNAM

Deciden no enfrentarlos ni decirle a nadie para no quedarse desamparados

En muchas ocasiones las personas mayores experimentan tal situación de vulnerabilidad que prefieren callarse como una medida de protección, alertó Virginia Amalia Vázquez Téllez, académica de la Facultad de Estudios Superiores Zaragoza de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). 

“Aunque las personas adultas mayores conocen sus derechos en general, en numerosas ocasiones no los pueden ejercer por su vulnerabilidad, condición física, necesidad de cuidados, etcétera; no se animan a algo tan esencial como opinar o tomar decisiones; guardan silencio para no arriesgarse a dejar de recibir el cuidado de los familiares’”, dijo la académica, de acuerdo con un boletín de la UNAM.

En México, el porcentaje de esta población que ha sufrido algún tipo de maltrato podría ser de alrededor del 20 por ciento, según cifras del Instituto Nacional de las Personas Adultas Mayores citadas por la especialista, sin embargo, precisó que otras investigaciones estiman las víctimas en más del 32 por ciento. 

Si las personas mayores ni siquiera se expresan libremente, la posibilidad de denunciar los maltratos es todavía más lejana. 

“Tienen miedo a que haya aún más abuso", explica. Además, no se debe perder de vista que, dentro de ese grupo poblacional, hay quienes son más vulnerables: mujeres, de alguna minoría (indígenas, por ejemplo) y con discapacidad, continuó el comunicado.

Por ello, para Vázquez Téllez es necesario implementar una cultura de envejecimiento activo y saludable y que se erradiquen las visiones negativas (prejuicios y estereotipos) que constituyen una forma de discriminación de las personas adultas mayores

Además del maltrato físico, este grupo poblacional puede experimentar abuso psicológico, explotación financiera, abandono e incluso abuso sexual.

Si se toman en cuenta las proyecciones de Naciones Unidas, de 2019 a 2030 habrá en el mundo un incremento del 38 por ciento del número de personas que tengan 60 años o más, lo que significará un número mayor a la juventud que habite el planeta en ese momento.

“(Este panorama) requiere que se preste mayor atención a los desafíos específicos que afectan a las personas mayores, incluso en el campo de los derechos humanos”, observó Vázquez, docente de la carrera de Psicología y experta en psicoterapia familiar y gerontología.

 

 

 

Esta información fue publicada originalmente en http://yotambien.mx/un portal sobre discapacidad inclusiva