La agenda social sigue siendo la opción para afrontar la crisis económica por COVID-19
Hay que tener presente que estamos viviendo la crisis más importante de la historia moderna, la pandemia del COVID-19 sin duda originó una profunda crisis económica. Las políticas de promoción para el desarrollo, de impulso al crecimiento económico y de protección social (empleo) se vuelven fundamentales de cara a esta nueva normalidad, que sin duda, tendrá efectos profundos en la nueva dinámica económica de la globalización.
Hay que recordar que durante el informe de los primeros 100 días del presidente Jon Biden, se ha establecido un profundo plan para reactivar la economía, promover el crecimiento, empleo, bienestar y la disminución de la desigualdad social. Ha sido duramente criticado, porque se han presentado algunas series de acciones neokeynesianas, que tienen como parte fundamental el impulso del crecimiento económico. El actuar activo del gobierno toma presencia mediante las políticas económicas tanto monetarias como fiscales.
De igual manera, la Unión Europea no se queda atrás. Y hoy replantea una serie de políticas públicas y de diseño de política económica que tengan efectos directos sobre el empleo, ingreso y la disminución de la brecha de desigualdad; basados en el impulso de crecimiento económico y la promoción del desarrollo.
Una afirmación inexorable es, que se vuelva a poner de manifiesto que el mercado no puede solo y por supuesto la planeación totalitaria por parte del Estado es un éxito. Los matices y la combinación ideal entre la promoción y la libertad en el mercado pero también en la eficiencia del Estado para impulsar el crecimiento mediante la política económica y la promoción de la equidad social son fundamentales para promover un crecimiento que tenga como base una dirección tajante hacia la disminución de la desigualdad o al menos que estas diferencias económicas no se profundicen en esta época post pandemia.
Es importante reconocer que después de cada crisis no solamente existen pérdidas económicas, sino inevitablemente se incrementa las brechas entre los que más tienen y los que menos tienen.