“Ideología no está por encima de la vida”: Iglesia ante propuesta para despenalizar aborto en CDMX

Apelaron a legisladores revisar con seriedad las implicaciones de la reforma planteada

El Episcopado Mexicano, consideró que “la ideología no está por encima de la vida”, luego de que, en el Congreso de la Ciudad de México se presentó una iniciativa de ley para despenalizar el delito de aborto.

A la Iglesia, le pareció preocupante, que la propuesta esté firmada por la mayoría de los diputados de casi todos los partidos políticos que conforman dicha Cámara.

En su editorial de la revista “Desde La Fe”, la Iglesia, expuso que, en la Ciudad de México, el aborto no es punible cuando se consuma antes de la semana 12 de gestación, lo cual ha traído como consecuencia la muerte de 277 mil seres humanos desde el 2007 a la fecha, tan solo en los servicios públicos de la ciudad, sin contar los centros privados.

Ante tal caso, consideró:

Primero. La despenalización del aborto hasta el nacimiento violaría el principio de proporcionalidad y la protección progresiva del derecho a la vida, establecidos en la Constitución mexicana y la jurisprudencia de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN). Además, ignoraría el deber del Estado de proteger la vida del nasciturus en etapas avanzadas de gestación.

Segundo. Las mujeres en situación de vulnerabilidad económica y pobreza serían las más afectadas, enfrentando mayores riesgos de coerción, violencia y exclusión de políticas públicas que aborden sus necesidades reales, como el acceso a servicios de salud de calidad y apoyo económico.

Tercero. Los abortos tardíos presentan un mayor riesgo de complicaciones físicas (como hemorragias y perforaciones uterinas) y psicológicas (trastornos de ansiedad y depresión).

Cuarto. México, como firmante de tratados internacionales como la Convención Americana sobre Derechos Humanos, tiene la obligación de proteger la vida desde su concepción.

Quinto. Despenalizar el aborto hasta el nacimiento, contravendría los principios bioéticos de no maleficencia y justicia, ignorando la capacidad neurológica avanzada del feto en etapas tardías para sentir dolor, lo que le otorga derechos éticos que requieren protección especial.

La Iglesia, cuestionó que, si se tienen tantas razones jurídicas, científicas y éticas para no aprobar dicha reforma, “¿Qué impulsaría a una reforma de este tipo? Sin duda, la ideología, aquella que se desapega de la razón, la ciencia y los derechos humanos, la cual busca satisfacer sólo una visión de la vida”.

Por lo que finalmente, apelaron a los legisladores locales de la Ciudad de México a que revisen con seriedad las implicaciones de la reforma planteada y rechacen una violación tan seria en materia de humanismo.