El perder a un bebé conduce a un duelo perinatal
Seguramente hemos sabido sobre algún caso de padres que han sufrido la pérdida de un hijo pequeño. Sin duda representa un gran dolor, puesto que se anhela a ese ser desprotegido y dependiente que representa tantos sueños y ha sido la ilusión de sus padres. Se le llama duelo perinatal al duelo que se experimenta tras la muerte de un hijo, cuando el fallecimiento se produce durante el periodo que va desde la concepción hasta el primer año de vida.
A este tipo de pérdidas muchas personas no le dan mucha importancia quizá por el hecho de pensar que pueden volver a intentar tener otro bebé en seguida. Estos fallecimientos, en realidad son tan dolorosos como cualquier otro. Se consideran dentro de los duelos desautorizados o silenciados. Cuando se tienen estas pérdidas sufren los padres, los hermanos y las familias de los cónyuges.
En el duelo perinatal hay que considerar los sentimientos de dolor si la pérdida se da en el momento de convertirse en padre o madre, o puede tratarse de la pérdida del rol de padre o madre si se trata del primer hijo; tampoco se quiere a mencionar a ese hijo en ciertos lugares o con ciertas personas y no se tiene la posibilidad de crear recuerdos por el breve tiempo que convivieron con su pequeño.
De diversas maneras los familiares o amigos con buena voluntad, intentan animar a quien está sufriendo. Sin embargo, aunque detrás de estas frases haya un intento de dar ánimos, quien sufrió la pérdida suele pensar que no se entiende la magnitud de su dolor. Tomemos en cuenta, que la superación dependerá según se haya dado la pérdida y en qué circunstancias, si se recibió buena atención médica y de manera oportuna. Es conveniente escuchar los puntos de vista y los razonamientos de los padres pues luchan para entender el por qué y el cómo de su pérdida. Afecta grandemente la manera en la que se da la noticia sobre la muerte ya que la sensibilidad para comunicar y escuchar es muy necesaria.
La muerte perinatal se caracteriza porque la vida y la muerte están muy próximas y porque deja un vacío de recuerdos alguien tan importante para los padres como es el hijo que esperan, o que ha fallecido durante su primer año de vida. Una forma de ayudarles a validar esos recuerdos es aconsejarles que tengan una caja especial en la que puedan ir reuniendo las cosas que les recuerden a su bebé. Les servirá como una especie de testimonio de su duelo y contarán con un espacio al que pueden acudir para reconfortar su dolor. Es importante poder realizar un ritual de despedida. El problema es que, si la pérdida se produce durante el embarazo o el parto y se trata de un feto pequeño, no suele haber posibilidad de hacer funeral o entierro. Cuando los dolientes crean que pueden realizar un acto de despedida, se les recomienda que lo hagan ya que esto puede ser beneficioso, puede ser un momento simbólico para cerrar un ciclo: ya sea acudiendo a un lugar especial para ellos, escribiendo algo que sea significativo, realizando algún gesto conmemorativo, por ejemplo, plantar un pequeño árbol, hacer un álbum de fotos o un pequeño diario narrando la experiencia vivida.
Según la OMS, en 2019 el 47% de todas las muertes de menores de 5 años ocurrieron fueron neonatales aproximadamente un tercio el día mismo del nacimiento y cerca de tres cuartas partes en la primera semana de vida. En España, por ejemplo, en 2016 se produjeron 2.300 muertes nonatales, situándose la tasa de mortalidad perinatal entre un 4,5 y un 5 cada mil nacimientos.
"Fragmentos de una mujer" es una película que nos muestra un caso de una pérdida perinatal y nos da la oportunidad para hablar de la horrible tragedia de perder un hijo. El drama, que podemos ver en Netflix, fue presentado en el pasado Festival de Venecia, donde se llevó dos galardones: la Copa Volpi a la Mejor Actriz a su protagonista, Vanessa Kirby y muchos pronostican que podría ser nominada al Oscar por el papel y el premio Arca Cinema Giovani al director, el húngaro Kornél Mundruczó.
Martha (Vanessa Kirby) y Sean (Shia LaBeouf) son una pareja de Boston a punto de convertirse en padres, pero sus vidas dan un giro traumático cuando un parto casero culmina en una tragedia inimaginable. Empieza así un año de pesadilla para Martha, que, devastada por el dolor, debe soportar las relaciones enrarecidas con su autoritaria madre quien a pesar de todo es razonable y su marido, quien sufre a su manera su pena. Ella además de encararse en los tribunales con la inexperta matrona, vuelve al trabajo donde siente la conmiseración de sus compañeros.
Martha, la protagonista, pasa por una serie de emociones. Primero, la de saber que está embarazada, que dentro de ella lleva una bebé, para luego conocer que el feto ha muerto sin saber cómo. La medicina no puede saberlo todo y este caso no tiene una explicación para entender semejante pérdida. Ella, llena de una tristeza inconmensurable reacciona con ira y frustración contra ella misma y contra los que le rodean. En el proceso posterior a la pérdida, la relación tan armónica entre Martha y su esposo Sean, sufre un gran descalabro pues ella lo evade, evita hablar de la bebé y Sean, quien estaba alejado de las drogas recae y así, finaliza su amor. Martha se pregunta: ¿Servirá de algo que la matrona pague con cárcel? ¿Con ello pondrá punto final a ese dolor? ¿Su hija vino al mundo unos instantes para dejarles tristeza y seguir causando sufrimientos?
Muchas preguntas y diversas emociones que se manejan en un adecuado tratamiento psicoterapéutico en el consultorio psicológico.
Psic Sara Leticia Campos Chavolla. Consultorio Torre Médica Av. Méndez 1110 Segundo piso Colonia Centro, Villahermosa, Tab. Tel 9933141178 y Cel 9931498830