El líder mundial regresa a manos de un político competitivo
La suerte de Donald Trump parece estar echada, pese a su controvertida campaña y a los diversos argumentos sin sentido, que de manera reiterada vocifero previo a la elección. Las autoridades, tanto fiscales como agencias de investigación relacionadas y no relacionadas con el tema, como el FBI, han pronunciado que no hay motivo alguno para confirmar irregularidades que afecten un resultado diferente en las elecciones. Por lo tanto, queda prácticamente descartada la invalidación del proceso electoral.
Buena parte del hemisferio ya esperaba una nueva era para los Estados Unidos, uno de los países más importantes del mundo regresa a una “normalidad política”. Esta era Trump de cuatro años de viraje muy desafortunado y cuestionado por propios y extraños al intentar poner a Estados Unidos “primero” en términos de empleos y ganancias.
Joe Biden, representa un político de amplia trayectoria, podemos coincidir o no con su postulado ideológico y con su forma de actuar. Lo que no podemos tener duda, es que, a diferencia de la Donald Trump, los Estados Unidos estarán en manos de un político profesional, que tiene en su equipo a especialistas con amplia trayectoria y de una formación bastante sólida. En algunos casos, relacionados con uno de los presidentes con mayor capacidad en los últimos años, nos referimos a su cercanía con Barack Obama.
Independientemente de la situación, la pandemia, la complejidad económica que se vive, la complicada situación en la Unión Europea y sus principales potencias y la emergencia inminente de China con el nuevo liderazgo de la nueva realidad que se requiere para desarrollar una sólida era global para el resto del mundo. Es una buena noticia que los Estados Unidos estén en manos de un líder competitiva.
En el caso mexicano probablemente no sea de gran beneficio, lo más importante es que entre más sólida y seria la relación de los Estados Unidos con el resto del mundo para México será de mayor certidumbre. Lo que requiere de su vecino del norte es certeza; las relaciones positivas constructivas con el resto del mundo. Al ser uno de los principales socios comerciales, se tendrá un escenario más concreto de cara a las inversiones, sus relaciones económicas y diplomáticas internacionales.