¿Cuántas personas han llegado a dudar de su propia salud mental y llegan a creer que realmente están equivocadas a pesar de estar en la razón?
¿Cuántas personas han llegado a dudar de su propia salud mental y llegan a creer que realmente están equivocadas a pesar de estar en la razón?
Esta es una forma de manipulación psicológica donde se juega con la mente de la otra persona, con el fin de salir librado de una situación comprometedora o de lograr algún fin determinado. "Gaslighting" es un tipo de abuso emocional en el que la víctima es manejada para que llegue a dudar de su propia percepción, juicio o memoria. De esta manera se logra que la persona se sienta ansiosa, confundida o que caiga en un estado de depresión.
Este tipo de situaciones las podremos entender con mayor claridad si vemos el filme llamado: Gaslight o Luz de gas, es una película estadounidense de 1944 basada en la obra de teatro de Patrick Hamilton Gas Light. La película fue dirigida por George Cukor y contó con Charles Boyer, Ingrid Bergman y Joseph Cotten como actores principales. Unos recién casados se van a vivir a casa de una tía recientemente fallecida. Pronto empieza la mujer a oír por las noches en la casa, unos ruidos extraños que la aterrorizan. Esto y la presión de su marido al decirle que está equivocada, la atormentan hasta hacerla creer que se está volviendo loca...
Con esta práctica, pueden hacer creer que los recuerdos y experiencias de la persona afectada no existieron, o al menos no como los recuerda. Esto genera en la víctima la inseguridad e incertidumbre al no saber lo que es verdad, lo que es mentira y con ello se logra mermar la confianza y sentido de la realidad de la persona. Esto sucede frecuente en las relaciones tóxicas. Es por esto por lo que el gaslighting es una de las formas más sutiles y perversas de abuso emocional, pues el maltratador logra que su víctima se sienta desvalida y le siembra miedo a la locura.
El abuso emocional es más difícil de identificar por parte de quien lo sufre, pues el maltrato psicológico no deja daños corporales visibles. A esto, le agregamos que el maltratador emocional puede tener conductas dentro de la pareja o fuera de ella, encantadoras e incluso ser socialmente bien aceptado. El agresor se proyecta como una persona cercana, amable y cariñosa con la víctima a la que suele elogiar y le hace pensar él es la única persona que la entiende y le cuida, cuando él es el agresor. Recurre a la mentira y niega cosas que ha dicho o hecho, aunque existan pruebas de sus actos. En ocasiones, puede tender a atacar las cosas que aprecia la víctima y no toma en cuenta sus sentimientos.
Cito algunos casos. Por ejemplo, tú puedes decir:
"Cuando dijiste eso me dañaste" y el abusador dice "yo nunca dije eso, te lo estás imaginando" y ahí planta la semilla de la duda
También podría darse de esta forma:
"Cuando hiciste eso me sentí muy mal", a lo que el abusador responde "tú eres muy sensible, era un chiste solamente". Trata de persuadirnos para que creamos que ha sido cuestión de un error de percepción propia.
Del mismo modo, puede ser que pelees y te defiendas, pero sigas obteniendo las mismas palabras: "Eres exagerada", "estás haciendo una tormenta en un vaso de agua" o "estás delirando" etc. por lo que en vez de seguir confrontando o alejarte, permites que surja la duda en tu interior en un intento de favorecer la relación y buscar la aprobación de tu pareja o familiar.
La manipulación se va dando poco a poco y existen ciertas fases para ir debilitando a la víctima: El agresor le siembra la desconfianza, pero la víctima aún cree en su propia percepción y creencias, y aunque le gustaría tener la aprobación del abusador, no se genera aún, un desequilibrio ni tampoco la sensación de desesperanza. Luego, la víctima comienza a sentir que debe protegerse y confronta al abusador, intentando justificar que se equivoca, rebatiéndole. Busca pruebas de manera compulsiva para demostrar que es “gaslighter” (abusador). Empieza la desesperación por conseguir su aprobación. Le hace caer en depresión y en esta fase la autoestima y autonomía de la víctima se encuentran ya mermadas. Comienza a dudar de todo y teme cometer un error por miedo a la crítica y con ello comienza a justificar la actitud y conducta del abusador, creyendo de este modo que él está en la posición de la verdad, tratando de ser correspondida con su amor y aprobación.
¿Cómo identificar que se está cayendo en este tipo de manipulación?
La víctima se empieza a cuestionar y a poner en duda de lo que piensa y hace. También tiende a pedir disculpas por todas tus acciones. Comienza a plantearse que puede que sea demasiado sensible a lo que le dicen los demás, realizando críticas sobre una misma por exagerar la situación. Se empieza a sentir confundida y necesita la aprobación de terceras personas para tomar decisiones. Tiende a creer que no es capaz de hacer nada bien por sí misma. Se siente incómoda y nerviosa en presencia del abusador sin lograr concretar el motivo. Ya en este punto, evita relacionarse con amistades y familiares, para ocultar informar de la situación. En las ocasiones en las que hace acercamiento a ellos, existe un sentimiento de furia o rabia hacia ellos que antes no existía. Aparece un sentimiento de infelicidad sin llegar a determinar el motivo, sintiendo con ello culpa por no alcanzar la felicidad como antes y por causar preocupaciones en el abusador. Empieza a creer que antes era una persona distinta, más segura de sí misma, más divertida y relajada. Siente miedo a expresar las propias emociones, por lo que tiende a callar, piensa que está perdiendo la cabeza de forma irreversible.
La mejor defensa para evitar un abuso por gaslighting es tener tu propio criterio; es decir, que, si se percibe que algo no está bien, probablemente no lo esté. Por muy sutil que sea este tipo de manipulación, no estamos indefensos ante él. Existen maneras de afrontar este tipo de ataques, a no ser que ya exista un fuerte precedente de abusos y no podamos afrontar la situación manteniendo un mínimo de serenidad.
Para actuar ante casos de Gaslighting, puedes seguir estas pautas:
1. Confía en tu intuición. - Si sientes que algo no está bien, ponle atención a eso y examina qué partes no cuadran. A la hora de analizar las propias vivencias, nuestra experiencia cuenta más que la del resto.
2. No busques la aprobación. - Resiste la tentación de convencer al otro para obtener aprobación, en vez de eso puedes decir "Estamos en desacuerdo" o "Pensé en lo que me dijiste, pero no lo siento verdad para mi" o "Escucho lo que dices, pero mi realidad es muy distinta a la tuya". Eres perfectamente libre de poner fin a una conversación.
3. Recuerda tu soberanía sobre los propios pensamientos. - Recuerda que las emociones no son ni buenas ni malas, y nadie te puede decir si lo que sientes es cierto o no. Si tú dices "eso me hizo sentir criticado" o "me sentí triste por lo que hiciste" no lo estás sometiendo a debate. A fin de cuentas, si sientes que te humillan o te dañan psicológicamente, solo tú sientes eso; lo que experimentas no está sujeto a discusión.
4. Sé consciente de tus valores. - Crea una lista de valores personales. Por ejemplo, "pasar tiempo de calidad con mis seres queridos", "cumplir las promesas", "ser generoso/compasivo", "decir la verdad ", "viajar", "tener la mente abierta", "mantener la espiritualidad". Eso te ayudará a mantenerte centrado y saber también qué valoras de los demás.
5. Mantén tus límites personales. - Si te gritan o abusan verbalmente de ti, puedes decir "no me siento cómodo con lo que dijiste, me parece una falta de respeto y no lo pienso dejar pasar". Mantente firme.
Si se repite, hazlo saber de nuevo y dependiendo de la relación, busca un diálogo sincero en donde ambos se comprometan a no volverlo a hacer o aléjate. Si la persona no se hace responsable de sus faltas, pregúntate si deseas continuar en esa relación. Trabajar el propio asertividad en terapia psicológica, es indispensable para hacer valer tus propios intereses con dignidad.
PSIC. SARA CAMPOS CHAVOLLA
AV. GREGORIO MENDEZ #1110 TORRE MEDICA 2DO PISO SALA A
TEL: 9933141178 CEL: 9931920934
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