Un camino para que personas con discapacidad intelectual accedan a la educación

No todas las personas pueden acceder al derecho a la educación, especialmente quienes viven con alguna discapacidad. ¿Qué hace por esta comunidad?

La mayoría de las personas con discapacidad intelectual no llegan a terminar la secundaria, pese a que, como cualquiera, tienen derecho a la educación en todos los niveles. 

Y es que aunque las políticas educativas han avanzado lentamente para apoyar el desarrollo académico de las pcd cognitiva, la realidad es que las estructuras de educación no resultan sostenible para la financiación, sostuvieron las especialistas Joanne Mampaso Desbrow y Rosa María Díaz Jiménez en un artículo para The Conversation.

Actualmente, en España solo el 1.6 por ciento del alumnado está compuesto por estudiantes con discapacidad intelectual

Promentor es otro ejemplo de programa que impulsa las acciones formativas de estudiantes con discapacidad intelectual, recordaron las especialistas en educación y servicios sociales.

Gracias a estos y otros programas, en los últimos ocho años más de dos mil estudiantes han estudiado en alguna universidad

En los cursos desarrollados para pcd intelectual se ofrece formación integral y el desarrollo de competencias sociolaborales para mejorar la empleabilidad.  “Los planes de estudio tienen en cuenta las necesidades de apoyo y de acceso de estos estudiantes, partiendo de una comprensión de sus procesos psicológicos para asegurar la accesibilidad cognitiva de los contenidos”, escribieron las autoras.

Los programas existentes se diseñan pensando en las fortalezas y necesidades de las personas, de manera que existe una planeación en materias funcionales, humanísticas, profesionales, profesionales y de desarrollo de competencias a las que se suman las actividades extracurriculares dentro del campus universitario. 

“Las universidades están adaptando sus políticas para ajustarse a los parámetros internacionales de sostenibilidad y en este sentido incorporan la inclusión como objetivo estratégico. Se trata de colaborar en el desarrollo de la sociedad, un desarrollo que debe ser inclusivo, equitativo y sostenible”, sostuvieron las expertas. 

Para ello, es necesario que la oferta educativa sea interesante para las pcd y que considere estudios sobre su vida independiente

En el camino también resulta básico considerar el papel de las universidades en consideración a su naturaleza de “baluarte de los derechos humanos” y en su definición como promotoras del “acceso a estudios universitarios de las personas con discapacidad intelectual”. 

Las especialistas apuntaron que todo lo anterior debe concretarse en una reforma legal que permita que los modelos educativos se materialicen a la realidad universitaria, comenzando por la inclusión y accesibilidad de los campus.

“Por otro lado, debemos trabajar en la accesibilidad tanto estructural como cognitiva del entorno y de las clases universitarias, así como en la sensibilización de la sociedad, incluyendo los futuros estudiantes universitarios”, continuó el texto.

Ello implica el cambio del modelo capacitista “y la creencia de que a la universidad deben llegar los más capaces”, concluyó el texto.