Se confirma la crisis económica más importante en los últimos 100 años

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Con base al último Informe sobre la Estabilidad Financiera Mundial y las últimas proyecciones económicas presentados por el Fondo Monetario Internacional (FMI), se confirma lo que ya veníamos mencionando en publicaciones anteriores; en  “Coronavirus: la peor crisis desde la Segunda Guerra Mundial” del 25 de marzo, nos aventuramos a presentar un panorama prematuro sobre una crisis de mayor magnitud e importancia de la historia moderna, que es una realidad al confirmarse una contracción en la economía de -3% del PIB mundial. 

México siendo la segunda economía más importante de América Latina se ha convertido en el epicentro de la crisis, al estimarse una contracción del -6.6% de su economía. Lo complicado para México se concentra en tres actividades de los sectores económicos, que son fundamentales, pero debido a la pandemia presentada a nivel mundial se encuentran en crisis.

De primera mano se encuentra la crisis petrolera, esta actividad sigue siendo muy importante para México, incluso más que a otros países en América Latina. No hay duda que la industria energética sigue siendo la actividad que mueve al mundo y que preocupa a los países avanzados, emergentes y en vías de desarrollo, sin embargo cada vez es menos rentable; desde la crisis del 2009 y después de la caída de los precios del barril en el 2012 ha dejado claro que se vive la última generación del petróleo; apostar por el crudo o una nueva refinería como lo hace el Presidente Andrés Manuel no es una mala idea, debido que se seguirá viviendo de la gasolina y el gas. Es de reconocer que cada vez es menos rentable, el efecto sustitución de otras energías alternativas ocasiona que en promedio los precios del petróleo vayan cayendo inmensurablemente, el cual es muy complicado presenciar un rebote en los precios.

Por último, se encuentra la dependencia con Estados Unidos, este se convierte en una represa de la economía mexicana, al presenciar un fenómeno que afecta de manera simultánea en dos importantes puntos al principal socio mexicano. Primero, una paralización en la cadena productiva del sector industrial en México como también  en Estados Unidos, no sin antes mencionar la relación directa que conllevan.  Segundo, al confirmarse que la economía número uno a nivel mundial se ve en crisis y de igual manera su consumo, le pega a México. El mexicano no solo va a sufrir de desempleo o de consumo nacional, sino también en las exportaciones, en virtud que buena parte de lo que se vende en los Estados Unidos es de procedencia mexicana. 

En términos positivos, la recuperación de la dinámica global sería relativamente “rápida”, ya que el principal problema es de consumo y no de un ajuste estructural del mercado u otro impedimento que genere una recuperación más lenta, una vez que la enfermedad se controle y la gente salga a la calle a realizar sus actividades lo más normal posible, reflejará un crecimiento en la economía en el 2021, aunque no serán suficientes para contrarrestar la fase negativa subsistida por el 2020, es decir: si México cae sobre un -6.6%, y en el 2021 se recupera un 3.0%, para el 2022 necesitará recuperar el 3.6% restante, el cual presentará un equilibrio en función al crecimiento obtenido antes de la pandemia transcurrida del 2020.