Qué dinámica dominará en la recuperación económica de la Unión Europea
La actual contingencia nos ha demostrado que no es cualquier crisis y se requiere mucho más que dirigentes menores con planteamientos en políticas pasadas para superarlas. Unas de las lecciones que nos deja está pandemia es recordarnos en términos económicos la escases de recursos, hoy el reto es de dónde vendrán los medios para llevar acabo la reactivación de la economía, solo se cuentan con tres agentes económicos: los Consumidores, Empresarios y el Gobierno.
En ese sentido, la política pública y los planes que habrán de tomarse desde el sector público y los gobiernos de diferentes latitudes para motivar una rápida salida de la crisis o en otros sentidos para mitigar las afectaciones motivadas por la pandemia, son fundamentales para los próximos meses y para la reactivación económica global.
La Unión Europea atraviesa una crisis sin precedentes, en los próximas semanas los líderes deben tomar la decisión de cómo será efectuada la reactivación económica, muchos hablan de un Plan Marshall 2020, sin embargo hay que reconocer que no se presentan las mismas condiciones globales.
El tema es hoy, en un mundo consumista, donde se reparte dinero y en efecto generas un impacto negativo, porque efectivamente se incentiva el consumo, el punto medular es que nada garantiza que ese incremento en la demanda agregada estimule la oferta agregada de productores nacionales o un impacte en la economía local, derivado de la diversidad de bienes y servicios extranjeros.
Por otro lado, Suecia, Dinamarca, Australia y los Países Bajos, están más ligados a préstamos con responsabilidades fiscales, no a fondo perdido. No se quiere pasar a una unión de deuda.
Hay que reconocer que existe “poca creatividad e innovación” en el diseño de políticas públicas para reactivaciones económicas, en las últimas décadas el hecho de dejarle ese gran avance al mercado sobre el poder del Estado en la economía, provocó que las políticas públicas de fomento y de reactivación económica dejaran de ser una prioridad, por lo que hoy estamos regresando a la crisis de 1929, aplicando una policía keynesiana “tradicional”, pero sin entender las cantidades de recursos, las formas de repartirse, a que sectores de la sociedad llega, a que industrias, a que actividades económicas se vuelven fundamentales para optimizar las eficiencia y eficacia de la política pública.