Pide ONU a Perú permita aborto terapéutico a niña de 11 años
La menor tiene 17 semanas de gestación
La Organización de Naciones Unidas pidió al gobierno de Perú reconsiderar la decisión de negarle el aborto terapéutico a una niña de 11 años, embarazada por violación en el departamento amazónico de Loreto.
La Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (Oacnudh), el Programa Conjunto de las Naciones Unidas sobre el VIH/Sida (ONUSIDA), ONU Mujeres, el Fondo de Población de las Naciones Unidas (Unfpa) y el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) expresaron su “profunda preocupación” por el caso de la menor identificada con el pseudónimo de “Mila”, quien desde los siete años fue agredida sexualmente por su padrastro y que a la fecha tiene 17 semanas de gestación.
Los organismos de la ONU consideraron el hecho como un nuevo caso de vulneración de derechos a una menor.
Los organismos de Naciones Unidas han argumentado que “la maternidad forzada derivada de una violación sexual en niñas y adolescentes no es voluntaria, no es segura, y atenta contra la salud integral”.
Asimismo, la ONU recordó que un caso similar de negación de acceso al aborto terapéutico en embarazo por abuso sexual, conocido como “Camila”, el Comité de Derechos del Niño de las Naciones Unidas (CDN) determinó, en junio de este año, que Perú transgredió varios de los derechos a la salud y a la vida de una niña indígena y rural de 13 años, víctima de violación, al no proporcionarle información ni acceso al aborto legal y seguro.
Según cifras del Ministerio de la Mujer, sólo entre enero y febrero de este año se reportaron 8 mil 381 casos de violencia contra niñas, niños y adolescentes, donde el 33 por ciento fueron de violencia sexual y 70 por ciento de las víctimas fueron niñas y adolescentes mujeres.
Es de mencionar que desde 2005, el Comité de Derechos Humanos y el Comité contra la Tortura han exhortado, a las autoridades de Perú a adoptar medidas para asegurar el acceso a recurso efectivo en estos casos y evitar que situaciones de vulneración de derechos de niñas y adolescentes, como Camila y Mila se repitan por constituir violencia por razones de género y constituir un acto de tortura, o trato cruel, inhumano y degradante.