Descalzos y entre lágrimas, los 300 estudiantes secuestrados por Boko Haram se reúnen con sus padres
Entre lagrimas, descalzos y al borde del colapso, así salieron 300 jóvenes que habían sido secuestrados hace unas semanas en el noreste de Nigeria, quienes el día viernes se reunieron con sus padres.
El rapto fue perpetrado por los grupos a fines de yihadistas de Boko Haram. Los estudiantes llegaron a la residencia del gobernador de Katsina, Aminu Bello Masari, y tras una ceremonia de bienvenida por parte de las autoridades locales, pudieron finalmente abrazar a sus familiares.
"Estoy feliz, muy feliz de saber que voy a volver a mi padre, mi madre y mis hermanos pequeños", confesaba un adolescente de 14 años, sonriente.
Los chicos que tuvieron que andar durante días bajo las órdenes de "bandidos", como se les conoce localmente, fueron liberados en circunstancias aún sin aclarar el jueves, y trasladados en autobús hasta la capital, Katsina.
"Sufrieron físicamente, mentalmente, psicológicamente, pero que sepan que nosotros también, y sus padres todavía más", declaró el gobernador.