Celebra Papa conmemoración de la Pasión y Muerte de Jesucristo y Viacrucis

Foto: @vaticannews_es

 

Desde el Vaticano, el Papa Francisco celebró la liturgia de la conmemoración de la Pasión y Muerte de Jesús de Nazaret, durante este Viernes Santo

A puerta cerrada ante la contingencia que se vive por el coronavirus a nivel mundial, desde la basílica de San Pedro, el Sumo Pontífice presidió también el Viacrucis que fue transmitido a través de las redes sociales de la Santa Sede.

El Papa se postró en el suelo en señal de humildad, pero en esta ocasión sin personas congregadas en la Basílica de San Pedro. 

“Dios todopoderoso y eterno, refugio de los que sufren, mira con compasión la aflicción que padecen tus hijos por esta epidemia, alivia el dolor de los enfermos, da fuerza a quienes cuidan de ellos, acoge en tu paz a quienes han muerto, y mientras dure esta tribulación, haz que cada uno encuentre el consuelo en tu misericordia”, apuntó. 

El sacerdote Raniero Cantalamessa, Predicador de la Casa Pontificia, en la homilía afirmó que Dios, "es aliado nuestro, no del virus".

“No es Dios quien ha arrojado el coronavirus, quien arrojado el pincel sobre el fresco de nuestra orgullosa civilización tecnológica. Dios es aliado nuestro, no del virus. Tengo proyectos de paz, no de aflicción nos dice él mismo en la biblia, si estos flagelos fueran castigo de Dios, no se explicaría por qué se abaten igual sobre buenos y malos, y por qué los pobres habitualmente, son las que más sufren sus consecuencias”, dijo. 

El Santo Padre, realizó la adoración de la Santa Cruz de la que pendió la salvación del mundo.

Aunque no se celebró el momento de la eucaristía, se invitó a unirse en comunión espiritualmente.

Las meditaciones de las 14 estaciones del Viacrucis propuestas por la capellanía del Centro Penitenciario de cumplimiento “Due Palazzi” de Padua, fueron pronunciadas por 14 personas donde figuraron cinco personas detenidas, una familia víctima de un delito de homicidio, la hija de un hombre condenado a cadena perpetua, una educadora de instituciones penitenciarias, un juez de vigilancia penitenciaria, la madre de una persona detenida, una catequista, un fraile voluntario, un agente de la policía penitenciaria y un sacerdote que fue acusado y ha sido absuelto definitivamente por la justicia, tras ocho años de proceso ordinario.