A huelga 13 mil trabajadores de General Motors, Ford y Stellantis Jeep
La solicitud de la UAW es el de incrementar los salarios un 36% en los próximos cuatro años
Por primera vez en la historia de Estados Unidos, unos 13 mil trabajadores de las empresas automotrices General Motors, Ford y Stellantis Jeep, dejaron de fabricar vehículos a partir de este viernes para iniciar una huelga en exigencia de mejores prestaciones salariales.
Las compañías miembros del sindicato United Auto Workers (UAW), comenzaron el paro laboral en una planta de ensamblaje de General Motors en Wentzville, Missouri; en una de Ford en Wayne, Michigan, cerca de Detroit, y en otra de Stellantis Jeep en Toledo, Ohio. Lo anterior, después de que los contratos de cuatro años con las automotrices expiraron a las 23:59 del pasado jueves.
Expertos aseguran que, de prolongarse por mucho tiempo, los concesionarios podrían quedarse sin vehículos y los precios podrían aumentar, e incluso, podría influir en las elecciones presidenciales del próximo año al poner a prueba el orgulloso reclamo de Joe Biden de que es el mandatario más favorable a los sindicatos en la historia del país.
La solicitud de la UAW es el de incrementar los salarios un 36% en los próximos cuatro años, pero GM y Ford sólo ofrecen un 20% y Stellantis, que antes era Fiat Chrysler, un 17.5%.
Fain asegura que las empresas ganan miles de millones de dólares y pueden otorgar el incremento que exigen, al tiempo que criticó los comunicados corporativos que señalan que estos acuerdos los obligarían a incrementar el precio de los vehículos, a lo que alegó que la mano de obra representa apenas entre el 4 y el 5% del costo del producto final.
“Podrían duplicar la cifra de nuestro aumento y no subir el precio de los autos y seguirían obteniendo millones de dólares en beneficios. El problema no somos nosotros. El problema es la avaricia empresarial”, sostuvo el líder sindical.
Además del incremento salarial, el sindicato pide, entre otras cuestiones, la restitución de las compensaciones por el incremento del costo de la vida; la eliminación de los distintos niveles salariales para los puestos en las fábricas y una semana laboral de 32 horas con 40 horas de paga.