Fallece Rocío de la Fuente, embajadora de Centro 1984
Familiares confirmaron el deceso de la embajadora de Centro
La embajadora de Centro en la Feria Tabasco 1984, Rocío de la Fuente Otero, falleció este sábado a los 55 años.
A través de redes sociales, sus allegados confirmaron el deceso de la “mensajera del progreso”, aunque no se detalló sobre las circunstancias exactas de su partida.
No obstante, se ha mencionado que fue diagnosticada de una enfermedad que la afectaba en diversas ocasiones.
Su elegancia y dedicación dejaron una marca imborrable en la memoria de quienes la conocieron, pues en redes sociales múltiples personalidades han compartido mensajes emotivos para despedirla y honrar su memoria.
Una de ellas fue la cantante, comunicadora y promotora cultural Claudia Cecilia Gómez del Rosario, quien la recordó como una representante destacada de la belleza y la elegancia tabasqueña.
Ante la noticia, la recopiladora de la historia de la feria, Landy Aguilar Palafox, compartió una semblanza que elaboró con Aranza Hdz. De la Fuente, Guillermina de la Peña, Iv Demonte y Liliana Ontiveros, embajadoras de esa generación.
“Rocío de la Fuente nació el 3 de octubre de 1968; hija de don Armando de la Fuente Lazo y Nelly Otero.
Cursó sus estudios en la escuela moderna Jean Piaget y con tan solo 16 años participó en la Exposición Regional Tabasqueña representando a Centro y quedó entre las dos finalistas.
Se casó con César Hernández Yabur y formó una familia. Amaba bailar la música tabasqueña y gustaba de ir a reuniones y fiestas con sus amigos más queridos. En la famosa discoteca “Factory”, de la que su esposo era propietario, ubicada en la avenida Méndez (frente a lo que hoy es Teléfonos de México) se le encontraba los fines de semana conviviendo con sus amigos y bailando al ritmo de las canciones de la época de Emmanuel, Timbiriche, Yuri, Mijares, Laureano Brizuela, Flans y tantos más.
En la Ciudad de México tomó cursos de modelaje, maquillaje, pero su gran pasión fue la moda. En la tienda de “El Baratillo”, ubicada en Madero esquina con Méndez, era común verla hace algunos años sugiriendo a las jóvenes y señoras qué telas comprar y qué modelos de vestido elaborar con ellas.
Su abuela “la Chata” era una gran costurera, de ella heredó su pasión por la moda y puso un taller en su domicilio donde elaboraba vestidos para ocasiones especiales o casuales.
Rocío, una mujer muy alegre, simpática, de sonrisa franca tuvo dos hijos, hoy mayores de edad. Lamentablemente desde joven fue diagnosticada con diabetes, enfermedad que enfrentó con entereza y valor; todo lo que le dijeron que no podría lograr a causa de ello, lo hizo a base de determinación y amor a la vida. La fuerza con la que la enfrentó desde adolescente, fue ejemplo de vida para muchas personas.
Sin embargo, fue esa enfermedad la que la mantuvo internada en el hospital Rovirosa y este 13 de abril “se nos adelantó”.
“Un gran abrazo a Aranza, su hermanito, a doña Nelly y a los hermanos de Rocío pidiendo a Dios les de fuerza en estos difíciles momentos.”, concluye la semblanza.
Landy incluyó la anécdota de cómo conoció a Rocío de la Fuente Otero en 1984 “porque era compañera de preparatoria de una gran amiga mía, no fuimos grandes amigas pero si, como antes, nos conocíamos y saludábamos si nos veíamos. Su mamá, doña Nelly era una mujer muy elegante y amable. Era normal encontrarnos en KU, Tequila Rock, Factory o en alguna fiesta de amigos en común.
Hace aproximadamente mes y medio platiqué con ella por teléfono porque estaba buscando un retrato suyo de buena calidad cuando fue representante de Centro, porque quería armar una galería con su semblanza y me respondió que tenía el estudio fotográfico que le hicieron cuando fue embajadora pero en diapositivas y que no había podido pasarlas a fotografías.
Le dije que tenía la posibilidad de ayudarla a rescatar las fotos. Se le hizo buena idea y fui a recoger esas diapositivas a su casa el 29 de febrero de este año y el día 2 de marzo se las regresé, me recibió muy amable doña Nelly. No pude ver a Rocío porque estaba en cama y en su departamento en un tercer piso, pero le dejé sus originales y un libro de "Ecos" la historia de la feria Tabasco, donde aparece una imagen de ella.
Las fotos efectivamente están maltratadas y manchadas con polvo pero pudimos rescatar la mayoría. Se las envié y estaba feliz, de hecho, ella escogió con su familia la fotografía principal que utilizaría para realizar su semblanza que es la primera, donde está su rostro de frente con el fondo rosa. El peinado estilo Farrah Fawcett esponjado era el típico de los años 80 y ver los vestidos caer abajo de la cintura y con grandes moños, te hacen regresar a una maravillosa época.
No he podido acabar de retocarlas y quitarles la suciedad y polvo del todo, pero creo es el momento de rendirle un pequeño homenaje a Rocío y poner parte de las fotos que rescatamos (en las que aún hay que trabajar) y que siga viva siempre en nuestra memoria; que alguien, cuando pregunte por ella, pueda encontrar cómo era y quién fue”.