Almodóvar y la eutanasia: un autor se marchita
Reseña: La Habitación de al Lado
La filmografía de Pedro Almodóvar siempre ha destacado por su capacidad para abordar con valentía y sensibilidad temas espinosos y profundamente humanos. En Madres paralelas (2021) exploró las cicatrices de la Guerra Civil española a través de la exhumación de fosas comunes, entrelazando el trauma histórico con la búsqueda de identidad personal. En La mala educación (2004), se adentró en los oscuros abusos en la Iglesia y las marcas que dejan en sus víctimas, mientras que en La piel que habito (2011) abordó el cambio de sexo en un contexto inquietante de venganza y redención. Con La Habitación de al Lado (2024), Almodóvar no es menos atrevido: pone en el centro del escenario la muerte asistida, un tema cargado de implicaciones éticas y emocionales que sigue siendo tabú en muchas culturas.
Sin embargo, esta nueva obra se siente distinta. La Habitación de al Lado parece ser una de las películas más austeras de su carrera, casi una reacción al barroquismo por el que es conocido. Donde en otras ocasiones podríamos esperar giros rocambolescos y un torrente de emociones al límite, aquí encontramos un estilo ascético y contenido que recuerda más a un cuadro de Edward Hopper que a la exuberancia de una telenovela española. Esta decisión estilística, aunque notablemente intencional, ofrece una meditación más pausada sobre sus temas.