Entre enfrentamientos de policías con hinchas, polémica y un funeral íntimo, dicen adiós a Maradona
El cuerpo de Diego Armando Maradona fue inhumado en una ceremonia muy íntima, donde solo familiares y amigos cercanos estuvieron presentes. Fue sepultado 30 horas después de su fallecimiento, pero aun sin vida, el “Pelusa” causó revuelo.
Su cuerpo se encontraba al interior de la Casa Rosada en Buenos Aires, Argentina, mientras que a las afueras se formaba una fila de tres kilómetros de seguidores que esperaban pasar frente a su féretro para darle el último adiós, sin embargo, les ganó la desesperación.
Lo que parecía ser un velorio tranquilo para el astro del fútbol, terminó entre balas de goma y gas lacrimógeno que la policía argentina disparaba a los aficionados que buscaban a toda costa despedir a su ídolo, por lo que se tomó la decisión de cerrar la puerta de la residencia presidencial.
Durante el trayecto, la carroza fue custodiada por los fanáticos del 10 de la selección de Argentina, en tanto que el cielo se tapizó de helicópteros, drones y un bullicio ensordecedor de sirenas, bocinas, gritos y llantos que le daban el último adiós a quien ganara la Copa del Mundo en México 86’.