“En la cancha me siento libre”: Así se vive el futbol para personas con discapacidad visual

Lobos FC es un club conformado por personas ciegas o con baja visión

El equipo Lobos FC, conformado por personas ciegas o con baja visión, encontró el respaldo de la Universidad La Salle Nezahualcóyotl, en cuyas instalaciones entrenan dos veces por semana en un proyecto que se muestra abierto para que un representativo de la liga de Primera División los incluya.

Lobos FC es un equipo de futbol de personas con discapacidad visual que practica en la Universidad La Salle Nezahualcóyotl los días miércoles y sábado. Está integrado por ocho personas -más integrantes del cuerpo técnico-, quienes encuentran un momento de libertad un par de días a la semana en donde pueden correr sin un bastón en busca del rastro sonoro del balón para anotar un gol.

“Uno de los retos más importantes es encontrar una cancha adaptada porque obviamente debemos de ver la seguridad de ellos. Y las instalaciones de la Universidad La Salle son las que más se adecúan para poder practicar el futbol para ciegos. Éste es el reto, y poder traer a las personas, que se desplacen hasta aquí para poder practicar”, explica el director técnico de Lobos FC, Fernando Caballero Becerra.

“Este deporte no solamente es recreación: hay campeonatos nacionales, torneos internacionales, copas del mundo, hay copas América, hay torneo de clubes, incluso, el año pasado en San Luis Potosí fuimos al torneo de clubes en el cual vino un equipo de Colombia, un equipo de Perú y un equipo de Costa Rica”, explica el entrenador.

Omar Valle es defensa de Lobos FC y hace cuatro años perdió la vista. Desde pequeño jugó futbol y tras un desprendimiento de retina pensó que jamás volvería a tocar la pelota, pero apareció el proyecto de Lobos FC. Cada ocho días se traslada desde Hidalgo hasta Ciudad Nezahualcóyotl para “sentir la libertad” y jugar sin un bastón.

 

 

 

“Yo soy el más nuevo de aquí del equipo, voy para cuatro meses, y me he integrado muy bien a Lobos FC, me han recibido muy bien y en cuestión del fútbol me ha ayudado mucho a la movilidad, a desplazarme yo solo, te ayuda psicológicamente. Tiene cuatro años que perdí la vista y el futbol me ha ayudado mucho”, explica.

El jugador Alejandro Pérez Pichardo cuenta que espera con ansia los miércoles y el sábado para poder estar junto con sus compañeros en la cancha para el entrenamiento.

“Para mí es una dicha poder seguir jugando futbol, aún con la discapacidad visual, es algo muy lindo para mí, porque en la cancha me siento libre, en la cancha no ocupo un bastón, que es con el que me guío en la ciudad. Aquí en la cancha me siento libre y me siento feliz, lo que me ha ayudado a ser más independiente, más seguro de mí mismo, y más disciplinado. Tener en cuenta los días de entrenamiento, de levantarme a la hora para no llegar tarde, a mí me ha ayudado a crecer después de haber adquirido la discapacidad”, explica Alejandro Pérez Pichardo.

El capitán del equipo se llama Sergio Adrián Morales Pineda, juega como pivote. Explica que la cultura del futbol para las personas ciegas se encuentra muy oculta pese a los esfuerzos: “Lleva 14 años de existir aquí en México y no hay mucha difusión. Es fundamental que se difunda para que más gente lo conozca y se pueda incorporar al club de fútbol Lobos FC”.

Morales Pineda fue seleccionado nacional mexicano en esta categoría y afirma que se ha encontrado con que la gente poco cree que se puede llegar a sentir la misma emoción que con el fútbol convencional.

“Lamentablemente mucha gente no te cree hasta que lo ve. Yo doy clases en Iztapalapa de fútbol para ciegos, y cuando les digo que soy profesor, me dicen ‘cómo vas a jugar futbol, si no ves’, pero no te preguntan cómo se juega, con qué se juega, cómo es. Y luego les dices que se compite contra un portero que ve, es una cancha que mide 40 metros de largo por 20 de ancho, están cercadas las bandas, el balón está adaptado porque suena, pero mucha gente no te cree y tú te puedes dar cuenta que ponemos pases como si viéramos”, expone el jugador.

La ubicación sonora

Los jugadores se disponen a echarse una tanda de penales al final del entrenamiento. En la cancha hay silencio para que la profesora Aline Muñoz, quien es “guía de arco”, le pegue con la mano al poste derecho y luego al izquierdo. Metida en la portería indica con su voz en donde está el “centro” de la meta para que el jugador ciego lance su disparo.

“Es una experiencia muy grata, ya que con esto incluimos a los chicos, trabajamos sobre la inclusión, pero una inclusión verdadera, no solamente de boca, de dientes para afuera. Sin embargo, hay que trabajar con ellos en diferentes aspectos, en lo emocional, y en la cancha los chicos se desarrollan y esa es la satisfacción que nos queda a nosotros, que son libres. Si se pueden dar cuenta, en los partidos, ellos corren, ellos son libres, no tienen ningún temor. Esa es la experiencia que tengo con ellos”, comenta Aline Muñoz.

“Hemos empezado con muy pocos chicos. Hace dos años iniciamos, éramos cuatro, tres chicos ciegos, el profe y yo. Sin embargo, poco a poco hemos ido creciendo. También se han ido varios chicos, han regresado otros, se han integrado otros nuevos, y esto es una satisfacción para todos, es algo muy bueno porque poco a poco se va dando a conocer el fútbol para ciegos, que casi no se conoce y no se practica”, explica.

Los entrenamientos se realizan en las instalaciones de La Salle Nezahualcóyotl los días miércoles de 16:00 a 18:00 horas y los sábados de 9:00 a 11:00 horas. Para saber más del equipo, puedes seguirlos en sus redes sociales tanto en Facebook como en Instagram.

Esta información fue publicada originalmente en http://yotambien.mx/ un portal sobre discapacidad inclusiva.