Toda la música que puedas escuchar, tiene 3 dueños. Y tú no eres uno de ellos

En la década de los 70s, 80s y 90s, comprar un álbum te permitía tener en tus manos un vinilo, un casete o un cd que podías tocar, oler, leer, sentir, además de escuchar, pero eso tiene muchos años que cambió.

En efecto, con la llegada de la música digital, los cds, internet y Napster, parecía que la industria musical se destruía, perdiendo miles de millones de dólares en regalías en todo el mundo, en un fenómeno de descontrol y piratería que hundió en una profunda depresión al mercado, poniendo en riesgo y llevando a sus límites más bajos a toda la industria de la grabación musical.

El primer gran salvador del negocio musical fue Steve Jobs y Apple, gracias a su excelente tienda de música en línea, y a la invención de su increíble reproductor musical iPod que te permitía llevar miles de canciones en tu bolsillo.

Esa estabilidad permitió encontrar un negocio donde la gente parecía estar dispuesta a pagar 10 pesos para comprar una melodía y reproducirla las veces que quisiera, en el momento que quisiera, siempre y cuando las tuviera guardadas en su iPod.

El placer de comprar música cambió para siempre, ya no tenías que ir a la tienda física a ver las novedades, las portadas de discos en los anaqueles, o tocar la foto de tu artista o grupo favorito, ahora sólo tenías que sentarte frente a la computadora, escuchar los miles de tracks disponibles, y comprar los que más te gustaran para tenerlos en tu colección personal.

Ello impulsó como nunca las ventas de canciones, sumado al hecho que iTunes no te obligaba a comprar el álbum entero, ahora podías comprar solo las canciones que más te gustaran del álbum, permitiéndote sacar mejor provecho de tu dinero.

El mundo de la música cambió para siempre, y pronto llegaron preguntas difíciles de contestar, como por ejemplo, si yo tengo en mi cuenta de iTunes 5000 canciones compradas a lo largo de mi vida ¿qué pasará con ellas cuando muera? ¿cómo se las entrego a mis hijos? ¿cómo les heredo mi colección?

Como se puede apreciar, al no existir soporte físico de la música, ya no puedes heredar tu colección como sí sucedía antes con los vinilos y casetes, ahora tu herencia musical debía ser entregar oportunamente el nombre de tu cuenta y tu contraseña, pues de lo contrario, tu inversión musical corría el riesgo de perderse para siempre.

Y cuando parecía que así se quedaría el nuevo paradigma del negocio musical, mejoró el ancho de banda de los servicios celulares, y con ello el servicio streaming de la música, con plataformas como Spotify o Deezer, que te permitían escuchar la melodía que quisieras sin tener que haberla comprado, descargado, guardado y agregado a tu iPod o a tu teléfono.

Simplemente abres la aplicación en tu celular, y ¡a escuchar toda la música que puedas!

Parece un sueño del futuro, y sinceramente lo es, si en décadas anteriores me hubiesen dicho que tendría como melómano la posibilidad de tener la música que quisiera en la palma de mi mano, totalmente gratis escuchando algo de publicidad, o sin interrupciones pagando una suscripción mensual, no lo hubiese creído posible.

Debido al auge y estabilidad de la nueva ecuación del negocio musical, Apple se ha sumado al negocio del streaming con su servicio Apple Music, y Youtube ha anunciado que también lo hará próximamente con 2 servicios nuevos, YouTube Music y YouTube Premium, que se suman a los citados anteriormente, y a Pandora, Spin, Amazon Music entre otros, en una competencia férrea por conseguir la mayor cantidad de suscriptores.

Con estos escenarios de estabilidad y crecimiento llega un movimiento que tenía años que no se veía en la industria de la música, una compañía gigante compró a otra igual de grande, para erigirse como un verdadero emporio en la propiedad de las licencias de los temas musicales.

La compañía asiática SONY ha adquirido y ahora posee todas las licencias de EMI MUSIC, y con ello, su catálogo musical se vuelve inmensamente grande, movimiento agresivo que revela el renacimiento de la industria gracias al modelo Streaming que ahora todos utilizan.

Ese movimiento nos permitió conocer que de toda la música grabada y registrada disponible en el mundo, existen tres propietarios únicamente. El 42% le pertenece a Universal Music, el 32% le pertenece a Sony Music, y el restante 26% le pertenece a Warner Music.

¿Y usted? ¿Es dueño de su música? ¿De cual música? ¿Puede señalarla? ¿Puede tocarla? ¿Puede prestarla, regalarla, olerla, aventarla contra la pared, envolverla para regalo? La respuesta a todo es no. Usted ha dejado de ser poseedor de la música, ahora es un suscriptor que puede escuchar en su celular la canción que quiera, la cual es prestadita mientras pague.

Modelo que no es malo, y que permitió sacar de una inmensa crisis al mundo de la grabación, crisis de la cual tardaron más de 25 años en salir.

Así que en efecto, toda la música que puedas escuchar, le pertenece a Universal, Sony y Warner, solo a 3 imperios monopólicos mundiales, pero no a ti.

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